martes, 30 de marzo de 2010

La mano de poder

Nuestro cuerpo tiene un diseño hecho por el mayor experto.
Aunque varias veces no estemos conformes con lo que vemos en nosotros, hay mucho que ha sido creado con mágicos poderes.
La sensación maravillosa de tomar la mano de alguien y lo que significa hacer eso.
Es como traducirlo en palabras y decir: Acá estoy!
Cuando los dedos se entrelazan, una sensación de alegría nos toma por completo. Al unir la mano con la de otra persona y tanto sea para ayudar a cruzar una calle, ahí demostramos cariño y ayuda.
Cuando vamos junto a la persona que amamos, queremos que todo el mundo nos observe y se de cuenta que estamos bien, que nada nos averguenza y que estamos plenos.
Mucha gente necesita de que agarremos su mano ya que el mundo que vivimos nos tira abajo y necesitamos alguna ayuda externa.
Nuestro mágico cuerpo puede crear anticuerpos para sanarnos de alguna enfermedad y los sentidos que son parte de este cuerpo que muchas veces detestamos ya que no nos muestra una imagen que nos agrade, está en nosotros el querer cambiar lo que no nos guste.
Podemos lograr mucho si nos brindamos al otro; si dejamos por algunos momentos de mirar hacia dentro y ver qué le sucede al mundo y a los que nos rodean.
Brindar la mano a un ser cercano, sea amigo, pariente e incluso un desconocido, nos puede dar mucho más que cualquier cosa material.
Los ojos demuestran algo y la boca se transforma en sonrisa y se deja ver que se va cambiando a un estado de felicidad, de bienestar; que nosotros y tan simple con el hecho de hacerle saber que estamos para lo que necesite, se lo ofrecemos y por nada a cambio, les hace bien y todo vuelve en algún momento.
El ser buen humano no tiene manera de ser canjeado; o se es bueno o no se lo es.
Hay muchas personas que están en la espera y se la pasan buscando una ayuda externa y no saben cómo ni dónde conseguirla.
Por eso al ver a alguien y vemos que sus ojos demuestran cansancio y un agotamiento que pareciera que no tiene fin; dirijamos nuestra mano y agarrémosla sin que nos pidan ayuda.
Tomá su mano y sigan camino juntos, siempre hay un destino que nos sorprenderá cuando la bondad es sincera y sale del corazón.
MARIANO SANTORO

viernes, 26 de marzo de 2010

El amor no discrimina

Se llega a un momento de la vida en la que queremos compartirla con alguien más.
El amor tiene un valor mucho más importante.
Los sentimiento empiezan a salir de nuestro corazón y todo lo que hacemos lo expresamos de la mejor manera y natural posible.
Tenemos y venimos con algunos prejuicios que acumulamos, ya que el precio de la libertad, es impagable.
Pero por el bienestar de nosotros y de vernos acompañados de alguien que nos quiera, nos proteja, nos apoye en muchas de las cosas que queremos hacer, con todo eso y mucho más, vamos dejando de lado lo que eran simples gustos e incluso caprichos pensando que con eso mejoraríamos nuestra vida.
El amor no discrimina y llega de cualquier manera; quizás, cuando menos estamos preparados, algo así como un examen sorpresa y tenemos que estar bien nosotros para poder rendir, para dar lo mejor y estar preparados por tantas ganas y deseos que pensamos que no llegarían más.
Tenemos nuestras manías, nuestros gustos y costumbres y la persona que se nos presenta en nombre del amor, también los tiene.
La sabiduría está en poder llegar a un acuerdo y saber compartir cada historia personal.
Los colores que teníamos hasta el día de hoy, se pueden fusionar con los de nuestra pareja.
Nada es fácil ni simple de llevar a realizar.
Sólo cuando el corazón sienta de verdad, todo lo negativo o lo que creíamos con un valor importante para el bienestar de una pareja, comenzarán a derretirse, se desvanecerán y lo bueno, esas cosas que realmente tienen un valor especial, se mezclarán y juntos harán colores nuevos.
Juntos, porque esa es la palabra que reina en nombre de una nueva unión que la vida nos obsequia cuando más lo necesitamos; ahí es cuando todo mejora y la cantidad se trasforma en calidad.
Cuando lo oscuro se hace luz y podemos ver lo cerrados que vivíamos hasta este día.
Todo y de a poco, se irá y será parte de un pasado donde ojalá no recordemos jamás.
Sentir hasta que nos golpeemos de tanta alegría.
Llorar junto a nuestro amor por tanta felicidad ansiada.
Disfrutar y vivir, ya que esa es la misión que nos puso el destino.
Amar, porque es lo maravilloso que nos regala Dios para saber compartir mucho más que un cuerpo; sino nuestra alma.
MARIANO SANTORO

martes, 23 de marzo de 2010

Entre tener y mantener

En algún momento y por más que la búsqueda haya sido extensa, llega la pareja que tanto ansiábamos.
Nos empezamos a sentir de una manera especial y vemos que las cosas cotidianas han estado en constante mejoría.
Nos sentimos bien y hasta felices.
La alegría se instala en nosotros y lo demostramos a cada persona que se nos cruza.
Pero el "tener" es una tarea muy dura, quizás mucho más que lo que hicimos para conseguir este estado tan placentero.
Creemos que al lograr esa pareja, se nos aseguró la felicidad eterna.
Creemos que todo serán flores y momentos increíbles.
Creemos que todo lo malo que hemos vivido quedará tan solo en algún lugar negativo de nuestra memoria.
Pero no es así.
Cuando se "tiene" lo que más hay que hacer es esforzarnos para que eso dure.
Tener no es mantener.
Mantener es una tarea difícil, ya que debemos dar todo de nosotros y entregarnos en cuerpo y alma.
No achancharnos, no pensar que porque tenemos a alguien a nuestro lado, debemos descuidar la imagen y que todo se nos es permitido.
Mantener es nuestra nueva misión.
Tener, en caso de haber conseguido tener a esa persona que uno cree que es ideal para nosotros, es de por sí un gran premio a tanto esfuerzo y tantos días, semanas y meses acompañados tan solo por la soledad.
Hagamos que el tener se nos haga un nuevo trabajo y que lo hacemos con ganas de seguir teniendo.
Mantengamos nuestros valores y el respeto que se merece quien ha decidido pasar el resto de su vida junto a nosotros.
El amor existe, pero no dura solo, sino que es y se hace entre 2 personas que se aman y quieren lo mejor.
Mantenete bien, saludable, con alegría y tené fe que esa pareja que comparte mucho más que sentimientos se quedará a tu lado por siempre.
MARIANO SANTORO

viernes, 19 de marzo de 2010

Renovar la fe verdadera

Hay demasiado mal en el mundo como para que nosotros también nos bañemos en eso.
Debemos liberarnos de lo que nos daña, lo que nos ensucia la mente y el alma.
Los golpes diarios, la mala onda, los nervios, la falta de dinero y de trabajo, la salud que nos afecta, los impuestos a pagar, las deudas acumuladas y una enorme cantidad de cosas negativas.
Se puede salir?
Siempre se puede.
Dónde está Dios cuando nos comienzan a pasar estas cosas?
Mirándonos y viendo si nos sabemos manejar.
Es demasiado fácil empezar a alejarnos del camino cuando vemos que las cosas no siguen el rumbo que teníamos pensado.
La depresión nos toma por completo y otras enfermedades o síntomas aparecen, pero hay que tomarse un breve descanso e intentar alejarnos de eso.
Pensar en lo bueno, en que aún podemos lograrlo.
Pensar en que el camino que tenemos por delante, aunque hoy lo vemos oscuro, tiene demasiada luz para iluminarnos por mucho tiempo.
La situación por más dramática, tiene una solución.
El creer, nos permite un beneficio especial para lo que nos pueda llegar a pasar.
Una especie de protección personal y privada.
Algo así como un seguro de creyente.
Tratá de tomarte un pequeño recreo y encontrá algún espacio de tiempo para pensar en todo lo lindo que nos tiene preparada la vida.
Permitite soñar e imaginar que lo vamos a lograr.
Que estamos cerca de lograrlo.
Que se cumplirán muchas de las cosas que alguna vez abandonamos por no tener fe.
Que nuestra familia y nosotros, sentiremos ese alivio tan necesario; como la tormenta luego de un día sofocante de calor.
Una sensación de felicidad te invadirá.
La dureza que conseguimos en tanto tiempo, toda esa caparazón, comenzará a ablandarse al tener paz en nuestro corazón.
Renovate y cree que es posible.
MARIANO SANTORO

domingo, 14 de marzo de 2010

Rodeados a todo nivel

La tecnología llego a nosotros y simplemente la sumamos al resto de lo que veníamos haciendo habitualmente.
Mucha gente hemos conocido y nos fuimos rodeando de personas y personajes que cada uno por su lado, nos ha dejado algo.
Muchas cosas han sido positivas, sino, no seguiríamos en contacto. Y otras, nos han hecho mal.
Sumándole a la gente que día a día se nos cruzan en nuestro camino y en nuestro trabajo, muchos quieren ser parte de nosotros y ya no sabemos bien si lo que desean es algo positivo.
Nos aconsejan, dejan sus huellas en nosotros. Dejan sus problemas y todo eso, aunque nos guste ayudar, se acumulan y en un momento, nos damos cuenta que nos pasamos la vida ayudando y tirando buena onda a la gente y del otro lado, no recibimos nada.
No es necesario la amistad por interés, pero mínimamente, merecemos que alguna vez nos pregunten si nosotros estamos bien. Es como que en algún momento nos vieron el traje de superhéroes y piensan que somos inmunes a todo.
Y todo nos llega, todo nos afecta y cada problema que lo hacemos propio, se suma.
Llega un día que el agotamiento es más mental que físico y no respondemos bien.
Protegernos contra todo y todos, es la solución.
Hacernos un caparazón, de una jaula donde nosotros dejamos entrar a quien deseamos y estar en comunión con esa gente.
Dejemos abierta la puerta de arriba, por encima de nosotros para ser iluminados y saber diferenciar quién nos daña o está con nosotros por algo que no nos hace bien.
Distingamos lo bueno. Elijamos. Busquemos entre todos los que nos rodean y sabremos valorar a quien se merece de nuestra presencia y nuestra amistad.
No regalemos tiempo a la gente que no sabe lo que es el confiar y estar siempre disponible en caso de algo negativo.
Ojalá estemos lúcidos para diferenciar cada cosa y cada ser que se acerque.
Estando bien con nosotros, algo bueno nos llena y nos reconforta y sabremos dar a quien lo necesite.
Y el premio, es ser buena gente y dar lo mejor de nosotros.
MARIANO SANTORO

lunes, 8 de marzo de 2010

Gracias por ser mujer

Desde mi infancia que te he conocido.
De a poco te fui descubriendo y me sorprendí a cada paso y a cada minuto que pasaba junto a vos.
Quedaba fascinado por tantas cosas que aprendía.
Me fui emocionando y descubriendo mi interior.
Cada vez que te miraba algo en mi ser cambiaba con el fin de mejorar.
Compartí momentos a tu lado y me encantaron.
Besarte, mimarte y amarte.
El quererte, lo hice desde el primer instante.
El tiempo me dio mucho aprendizaje.
Las horas de pensarte porque ya vivías en mí, fueron maravillosos.
Hoy seguís estando pero desde otro lugar.
Mi vista y mis ojos no pueden verte, pero al cerrarlos, estás ahí, tan cerca que casi puedo tocarte.
He hecho muchas cosas románticas y sé que contigo, sería muy creativo y que cada día haría todo para complacerte.
Mis lágrimas están mutando y transformándose en alegría y la sonrisa ya está instalada en mi rostro.
Hay felicidad en mí, hay deseos y hay sueños.
Todo esto está listo para ser compartido y quieren que estés aquí.
El lenguaje de la fe y del amor, se amigarán con el destino y estaremos juntos al fin.
Y si quisiera amarte, dónde tengo que encontrarte?
Acércate a mí y no me alejaré nunca más de vos.
MARIANO SANTORO

miércoles, 3 de marzo de 2010

Buscando tu propia paz

Hay un lugar llamado corazón y se encuentra muy cerca del alma.
No es tan difícil llegar y te aseguro que es un bellísimo lugar.
Cuando realmente se vive en el corazón y según sus reglas, todo lo que te sucede es increíble.
No existe maldad y aunque algunas veces haya algo de dolor, ese mismo dolor y las ganas de no volver a tenerlo, te hacen fuerte.
Nada cambiará de un día a otro, pero esas cicatrices se borrarán en algún momento.
Muy cerca del corazón existen lugares muy bellos también. Uno se llama Libertad y otro se llama Paz. También muy cerca de ahí, está el Amor. Y te recomiendo ir por cada uno y pasar una linda temporada. A modo de renovar fuerzas y de sentirte llena por dentro.
Con esa sensación tan placentera de saber que todo lo que hiciste y diste en tu vida estuvo bien y que fuiste una buena persona.
Si pensamos y nos estancamos en lo cotidiano, nos enfrentamos con muchas cosas contrarias a las que te conté.
Solo está en vos el querer y tener el deseo genuino de querer ir hacia esos lugares.
Todo está tan cerca que te vas a sorprender.
Una de las formas más seguras de llegar es cerrando los ojos y dejarte llevar.
Algo en vos te sabrá guiar y te dirá cuál es el camino correcto para encontrar la paz interna.
Tu corazón se alegrará y tendrás nuevos deseos, nuevos sueños, nuevas metas por cumplir.
La sonrisa se estancará en tu rostro.
Una sensación de continua relajación te hará sentir que estás flotando. Que todo tiene un nuevo sentido en tu vida. Que lo que hasta hoy conocías es mucho más hermoso y que se puede ser feliz, más allá de todo, porque en ese más allá estás vos y tus ganas de vivir.
Cuando vuelvas a ver el color blanco y las cosas de ese color, les vas a ver un brillo especial y eso se llama tranquilidad en tu ser.
Los colores brillarán también y todo el camino que hiciste hasta hoy, será un alivio de saber que llegaste a destino.
Que lo que hiciste tuvo un motivo y todo sufrimiento ya comienza su viaje hacia un lugar tan lejano que jamás volverás a saber de él.
Mucha gente busca su propio destino, su propio camino y todo lo mejor está dentro de vos.
Por eso muchas veces nos perdimos y nos equivocamos porque creemos que en algún lugar encontraremos esa liberación de dramas y problemas y siempre estuvo en nosotros, porque la pureza ha nacido con nosotros y en algún momento la dejamos escapar es lo que pensamos y nosotros mismos nos alejamos.
Emprendamos el camino de regreso a nosotros, al verdadero, al que tiene muchas ganas de ser feliz.
MARIANO SANTORO