viernes, 2 de abril de 2010

Reflexionar para conocernos mejor

Todo lo que nos renueve es valedero.
En algún momento y lugar, tenemos que hacernos un espacio de ese tiempo que tanto ocupamos con las obligaciones y hasta quizás con cosas que no son realmente importantes y debemos parar; simplemente parar y poner un freno a todo.
Aislarnos del resto y emprender el camino a lo interno.
Esa necesaria búsqueda del ser verdadero.
Investigarnos, mirarnos y descubrirnos.
Lo mucho o poco que hayamos vivido no pasa por la cantidad, sino porque lo hayamos vivido de una manera simple y fuimos y dimos lo mejor de nosotros.
Reflexionar por todo lo que pasa alrededor y que nos afecta y ver cuál es el motivo del porqué nos afecta y porqué nos involucramos tanto.
Es probable que en algunos aspectos hayamos fracasado.
Que algunas metas se alejaron del camino que veníamos haciendo.
O fuimos nosotros que nos alejamos del camino?
Eso es bueno.
Preguntarnos y tratar de encontrar respuestas.
Todas las soluciones están, solo depende de uno que las pongamos a nuestro alcance.
Mucho no será fácil y ahí es donde están las ganas y deseos reales mezclados por la pasión por lograr eso que tanto queremos.
Es tiempo de pensar en dónde nos equivocamos; en dónde fallamos.
Es hora de pedir perdón a quien le hicimos daño.
Y en el caso del que nosotros fuimos víctimas, tratar de entender que del otro lado hay gente buena y mala y está en nosotros el poder de discernir, de elegir y de diferenciar lo que es productivo.
Cerrar los ojos y soñar despiertos pensando mientras tenemos una sonrisa en la cara, porque ese pequeño detalle significa que nuestro corazón tiene muchas ganas de más; de conseguir lo que tanto tiempo venimos esperando y esa espera es ser paciente.
Se logra con esfuerzo.
Pero mucho más se logra si lo creemos y tenemos fe.
Pensemos que nuestro cuerpo es un placard donde guardamos lo que ha pasado en nuestra vida y juntamos cantidades de cosas.
Tomemos un tiempo y ordenemos ese placard.
Alegrarnos al encontrar momentos que fueron una parte emotiva en nuestro pasado.
Viajar en el tiempo y redescubrirnos en que vivimos cosas hermosas.
Sigamos buscando y a la vez ordenando.
Acomodemos y saquemos lo que no nos sirva.
Hagamos limpieza.
Y luego de haber terminado esa tarea; volvamos a sentarnos y pensar en un nuevo amanecer, que tanta oscuridad y malos momentos que sufrimos, se alejan con la noche y el volver a abrir los ojos, nos premiarán con mucho, ya que un nuevo día comienza y es el día en que empezamos a ser felices.
MARIANO SANTORO