martes, 15 de junio de 2010

Buscando dentro del corazón

Hay días en los que el clima no ayuda y para pasar las horas, nos ponemos a ordenar cosas.
Así fue que empecé a mirar lo que tenía a mí alrededor.
Algo había que acomodar, pero de a poco, fui dejando lo que tenía a mi lado y presté más atención a mi ser.
Me miré, ví algunas cosas que no me gustaban físicamente, pero seguí mirando.
Al rato, me puse a ver cómo estaba mi corazón; en qué estado estaba.
No lo encontré bien.
Había muchas cosas guardadas y entre ellas, recuerdos.
Ví momentos lindos que ya son pasado y no volverán y me trajo un poco de tristeza.
He dado mucho y recibí olvido.
Encontré días felices de mi infancia, de mi adolescencia.
Encontré muchos momentos de soledad y de autocrecimiento.
Vi amigos, familia y gente que pasó por mi vida.
Mucha gente ya no está, pero vivirán siempre ahí.
Nombres, iniciales y cantidad de juegos que fueron jugados entre 2.
Encontré mucha fragilidad, como que ha recibido muchos golpes durante el último tiempo.
Logré ver, en un rinconcito, una especie de refugio donde estaban las cosas más preciadas, las cosas que han sido una marca importante en mi vida, las que me han hecho aprender y sentirme querido, sentir que alguien se a preocupado por mí.
Ví muchos nervios, mucha impotencia de no poder realizar algunas cosas.
Ví una enorme pared escrita con sueños y metas por lograr que aún no han completado su misión.
Ví ángeles custodiando el centro, el núcleo verdadero.
Ví otros angelitos que estaban limpiando y sacando toda la maldad y la oscuridad que ha querido entrar, protegiéndome de cosas de las cuales ya no podría soportar vivirlas otra vez.
Quise ver si todo estaba en orden, si lo más importante estaba en su lugar y lamento decir que se han corrido; hay partes que el destino las movió y afecta su funcionamiento; quizás por eso no ha estado en su plenitud hasta hoy.
Me asombré de ver algunas imágenes tan claramente dibujadas; son de gente que ha estado y se sigue preocupando por mí; que la distancia no ha sido un impedimento para que el cariño siga y lo siga sintiendo.
Así fue que pasé el día.
Mirando dentro de mí y volviendo a ver lo que me da fuerzas, lo que me inspira, lo que ilumina el camino que tenga que caminar.
Cuando ya sentía que había terminado mi tarea, me di cuenta que buscando dentro del corazón, te encontré a vos!
Y una sonrisa invadió mi ser!
MARIANO SANTORO