martes, 6 de julio de 2010

El destino nos guiará

Y hay miles de caminos, de rutas, de lugares.
Y hay miles oportunidades en cada una.
Y en cada sitio que nos toca vivir, nos enfrentamos a cosas nuevas, a experiencias que nos pueden gratificar o no.
El destino es mágico. El destino nos permite mostrar y conocer a gente con similitudes y una nueva amistad nace.
Una mirada que lleva a una charla. Un diálogo que lleva a coincidencias. Igualdades de pensamientos que dan ganas de más.
El gran misterio de descubrir a un ser humano.
De permitirse abrir un poco el corazón y confiar.
De sentir la comodidad que quizás hacía mucho no sentías.
De disfrutar ese momento.
De esas horas que se esfumaron con nuevos y buenos recuerdos.
De tanto por descubrir y compartir.
De mucho más que llegará al correr los días.
De caminos transitados o vividos casi de igual manera ya que los gustos se intercambian con naturalidad.
Y llegamos a un camino que nos agrada, damos cada paso y no lo podemos creer, ya que aparece la confianza y de ahí en más, todo es crecimiento, todo es tan simple que parece extraño que tan solo hace instantes, fue solo un saludo.
Hay muchas maneras de conocer a alguien, pero cuando sale natural, se siente mejor, se siente diferente y esa diferencia a lo cotidiano nos llena el espíritu.
Hay mucha gente interesante en la calle y ahí vuelve a jugar el destino y las ganas de compartir unas cuantas palabras dichas con la profundidad que solo sale del corazón.
Cuando algo tan íntimo surge, cuando se da por sí solo, eso es buena señal.
Esas señales son las que marcan un camino aún no transitado.
Todo lo que caminamos hasta el momento, tomémoslo como entrenamiento, como un gran ejercicio por todo lo que tenemos por delante.
Permitirse soltar historias graciosas o fuertes, hacen una hermosa unión.
No hay un nombre para definir una relación, solo hay un destino y si 2 personas se permiten caminarlo, seguro que irán a un buen lugar.
Algunos sabios lo llaman futuro.
MARIANO SANTORO