Al comenzar un año, trae consigo una inmensa cantidad de sueños.
Nos permitimos hacer un balance del año en que pasó y queremos cambiar y abandonar lo que nos hizo mal.
Pero no se logra cambiando una hoja del almanaque.
El traspaso de un estado a otro, tiene un período de adaptación.
Venimos con mochilas hiper cargadas de muchas cosas malas que no hace falta nombrarlas.
Ese equipaje, nos tiró lo más abajo posible y queremos empezar este año de otra manera.
El tema no es haberse dado cuenta que uno dio mucho más de lo que recibió, sino en la acción de haber dado.
Todo se debe hacer con amor.
Hay muchos caminos hacia el corazón.
Se llega desde la confianza, la sinceridad, el cariño, el entendimiento, el comprender, el afecto y unos cuantos más.
La pregunta sería si estamos preparados a llegar a ese lugar.
Hay mucha gente que vive en estado de soledad aunque estén rodeados.
El tema económico es uno de los principales, pero hay más.
Cuando se perdió el respeto; cuando la rutina se apoderó de cada minuto; cuando tenemos a alguien tan cerca que sentimos que nos molesta, que nos ahoga.
Sentir que podemos estar en un fiesta repleta de conocidos y nos sentimos solos.
Si queremos un cambio, debe partir de nosotros.
Si queremos hacer una diferencia a lo que veníamos viviendo, tenemos que superar y dejar atrás lo que nos destrozó.
Obvio que no es fácil y entre las tareas que el destino nos pone, está en creer que podemos; que por cada freno u obstáculo que nos enfrentemos, tendremos varias opciones para alejarnos de ese mal.
No es fácil comprender si alguien no te quiere o se aleja de vos.
Vos, diste lo mejor de vos.
Y te equivocaste, porque sos humano.
Y pediste disculpas, porque sos buena persona.
Y esperaste, aunque la paciencia no es tu virtud.
Y el silencio, el desprecio y la indiferencia llegaron.
Querés seguir con eso?
O querés un año con nuevas experiencias y con gente que te alegra y te haga feliz?
Pongamos todas las ganas al comenzar un año.
Seamos como alumnos de la vida que empezamos las clases con nuestro cuaderno nuevo e impecable; que podríamos compararlo con nuestro cuerpo.
Usemos una linda lapicera para escribir cada día en cada hoja en la que queremos dejar lo mejor de nosotros.
Esa lapicera, podemos compararla con cada acción que hacemos y damos para con el resto.
Que nuestro guardapolvo, no junte polvo; sino que sea limpio, blanco como nuestra alma.
Y que cada golosina que nos llevamos para el horario de almuerzo, la podamos compartir con quienes nos rodean.
Amando a quienes se acercan se logran efectos muy positivos.
Y si alguien no comprende nuestra manera de ser, no debemos cambiar, sino que de alguna forma, le mostraremos quienes somos.
Pueden existir muchos caminos hacia el corazón, pero tené en cuenta que también hay muchos que nos llevaran hacia donde no queremos regresar jamás.
Elegí el camino a seguir con tus propias experiencias.
Y si alguien te agarra de la mano, no temas. Disfrutalo!
Si existiese un país llamado Felicidad, espero encontrarte ahí!
MARIANO SANTORO
Nos permitimos hacer un balance del año en que pasó y queremos cambiar y abandonar lo que nos hizo mal.
Pero no se logra cambiando una hoja del almanaque.
El traspaso de un estado a otro, tiene un período de adaptación.
Venimos con mochilas hiper cargadas de muchas cosas malas que no hace falta nombrarlas.
Ese equipaje, nos tiró lo más abajo posible y queremos empezar este año de otra manera.
El tema no es haberse dado cuenta que uno dio mucho más de lo que recibió, sino en la acción de haber dado.
Todo se debe hacer con amor.
Hay muchos caminos hacia el corazón.
Se llega desde la confianza, la sinceridad, el cariño, el entendimiento, el comprender, el afecto y unos cuantos más.
La pregunta sería si estamos preparados a llegar a ese lugar.
Hay mucha gente que vive en estado de soledad aunque estén rodeados.
El tema económico es uno de los principales, pero hay más.
Cuando se perdió el respeto; cuando la rutina se apoderó de cada minuto; cuando tenemos a alguien tan cerca que sentimos que nos molesta, que nos ahoga.
Sentir que podemos estar en un fiesta repleta de conocidos y nos sentimos solos.
Si queremos un cambio, debe partir de nosotros.
Si queremos hacer una diferencia a lo que veníamos viviendo, tenemos que superar y dejar atrás lo que nos destrozó.
Obvio que no es fácil y entre las tareas que el destino nos pone, está en creer que podemos; que por cada freno u obstáculo que nos enfrentemos, tendremos varias opciones para alejarnos de ese mal.
No es fácil comprender si alguien no te quiere o se aleja de vos.
Vos, diste lo mejor de vos.
Y te equivocaste, porque sos humano.
Y pediste disculpas, porque sos buena persona.
Y esperaste, aunque la paciencia no es tu virtud.
Y el silencio, el desprecio y la indiferencia llegaron.
Querés seguir con eso?
O querés un año con nuevas experiencias y con gente que te alegra y te haga feliz?
Pongamos todas las ganas al comenzar un año.
Seamos como alumnos de la vida que empezamos las clases con nuestro cuaderno nuevo e impecable; que podríamos compararlo con nuestro cuerpo.
Usemos una linda lapicera para escribir cada día en cada hoja en la que queremos dejar lo mejor de nosotros.
Esa lapicera, podemos compararla con cada acción que hacemos y damos para con el resto.
Que nuestro guardapolvo, no junte polvo; sino que sea limpio, blanco como nuestra alma.
Y que cada golosina que nos llevamos para el horario de almuerzo, la podamos compartir con quienes nos rodean.
Amando a quienes se acercan se logran efectos muy positivos.
Y si alguien no comprende nuestra manera de ser, no debemos cambiar, sino que de alguna forma, le mostraremos quienes somos.
Pueden existir muchos caminos hacia el corazón, pero tené en cuenta que también hay muchos que nos llevaran hacia donde no queremos regresar jamás.
Elegí el camino a seguir con tus propias experiencias.
Y si alguien te agarra de la mano, no temas. Disfrutalo!
Si existiese un país llamado Felicidad, espero encontrarte ahí!
MARIANO SANTORO