martes, 25 de enero de 2011

Te amo y te quiero


Cuánto hace que no decís: Te amo?
Cuánto hace que no querés a alguien?
Querer es desear.
Es tener voluntad o inclinación hacia alguien o algo.
Y amar, es lo mismo.
Muchas veces la mente humana siente que amar a alguien es mucho más importante que querer.
Y cuando hay entrega o confianza verdadera no existen niveles de afectuosidad.
A todos nos gustaría sentirnos amados y poder corresponder a esa persona.
Lo de querer, lo hacemos más cotidiano, ya que se podría comparar con querer a algo material.
Los creyentes sabemos que existen 3 voluntades: la nuestra, la propia, la que solo nosotros tomamos una determinación sobre algo, sobre poner un final o lo que sea, creyendo que está en nosotros ese cargo.
Le sigue la voluntad del "enemigo", o sea la que nos hace creer que no podemos hacer tal o cual cosa ya que nuestra falsa lógica o nuestro sentimiento débil nos hace dudar y seguimos haciendo cosas que quizás no nos sean útil y nos hagan daño en algún momento.
Y la única que importa, la voluntad de Dios.
Muchas veces nos arrepentimos por haber optado por algo que quizás nos podía ser beneficioso.
Pero esa equivocada grandeza de creer que la libertad significa tener la absoluta capacidad para poner un fin.
Cuando se vive de una manera más relajada, sin obligar ni invadir a la persona por la cual estamos viendo aspectos hasta casi dormidos en nuestra vida; por la que nos hace amanecer con una sonbrisa en nuestro rostro; por la inmensidad de situaciones que nos reconfortan, que nos llenan el espíritu y nos hacen sentir más vivos que lo que veníamos experimentando; cuando logramos eso, dejamos toda lógica y nuestra guía es el corazón.
La relajación mental y física es necesaria y cuando uno se siente querido, nos da paz.
Acaso cuando uno extraña no quiere?
Tener cariño u afecto no es también una manera de amar?
Quién somos nosotros para poner al tope de la lista que AMAR es lo más supremo que hay?
Amemos a Dios, por sobre todas las cosas.
Lo demás, lo terrenal, tengamos sentimientos varios, pero tengámoslo.
No ordenemos que nos quieran o nos amen.
Todo tiene su tiempo de adaptación.
Pensemos que solo somos humanos finitos y que hay millones de cosas que jamás entenderemos.
Dejemos el rol de sabios a los que realmente lo son y nos ayudan a ir por un camino de verdad.
Si aún seguimos en la búsqueda es porque sabemos que hay mucho más, pero esa ambición no debemos tenerla por la cantidad, sino por la calidad.
Buscar, se trata de hacer lo necesario para lograr algo.
Quizás uno siga buscando a su alma gemela, pero recordemos siempre que quizás solo y tan solo en nuestra mente esa persona puede ser perfecta.
Cuando nos dejamos guíar por el corazón, todo pensamiento se derrumba, ya que solo cuando amamos con el corazón, sentimos la plena felicidad.
Amo a toda la gente que se toma unos minutos para leer mi blog y que les sirva de ayuda.
Quiero, que lo sigan haciendo.
GRACIAS!
MARIANO SANTORO