jueves, 7 de julio de 2011

Haciendo camino

Todo comienza tan solo con una idea.
Esa idea va tomando forma y crece.
Al crecer, los pensamientos y sueños se le suman y pronto, empiezan a planificar algo.
Todo camino, comienza con tan solo un paso.
Ese paso debe ser importante, ya que sabemos muy bien lo que dejamos detrás nuestro.
Aprendimos mucho y creemos que es demasiado; pero no nos damos cuenta que aún nos falta mucho.
Y en cada paso, vamos dejando huellas, como las que dejamos atrás.
Deseamos que hayan sido productivas, para que quien las vea se sienta identificado y quiera seguir ese rastro y que a nosotros mismos, nos haga bien saber que en esas huellas, hay señales de que fuimos buenas personas.
Conocimos la noche y al caminar se nos complicó y nos dimos cuenta que queremos caminar bajo la luz, ya que ella nos guiará sin temor a equivocarnos.
Fueron varias las puertas que cruzamos y a varias, las dejamos de lado y ni siquiera quisimos entrar.
Tuvimos miedos y nuestra mente se fue llenando de más temores.
Pero sabemos que todo tiene un fin y que por más doloroso, es productivo.
Nuestra ansiedad no nos lo hará ver en el momento, pero todo mejora.
Hay tiempos humanos y otros tiempos también.
En cada minuto que pasamos pensando y haciendo algo que nos gusta, sumamos y esa suma, nos permite seguir avanzando, ya que nos sentimos cómodos transitando la senda que elegimos.
Elegir no es tarea fácil.
Delante de nuestros ojos nos enfrentaremos con cosas que no queremos ver y otras que nos nublarán la visión.
Cuando perdamos la focalización de nuestros ideales, debemos parar y centralizarnos en lo que queremos.
Si nos ponemos a ver encontraremos un camino ya hecho.
Pero realmente cuando miramos dentro nuestro, ahí encontramos el verdadero camino que queremos seguir.
Todas las cosas pueden estar hechas, pero cuando usamos la imaginación, podemos crear y en cada creación, adelantamos pasos.
Haciendo camino.
Haciendo el bien.
Haciendo lo que queremos hacer; libres, sin culpas, sin miedos; ya que en todo lo que hagamos desde el alma, ese camino nos llenará de emociones que nos sorprenderán cada día.
Y dejaremos huellas, hermosas huellas; para todos los que quieran seguirnos.
MARIANO SANTORO