Una pareja son mucho más que 2 personas.
Es un conjunto de sensaciones y de unidad que permiten una conexión especial.
Una mutación de diferentes niveles que marcan un camino que ambos quieren seguir.
Un principio de algo que durará más allá de los tiempos humanos.
La pareja eterna, se logra cuando las almas se comunican entre sí.
Cuando dialogan los latidos del corazón y las emociones, se expresan por su cuenta.
Una interacción continua que generan felicidad en cada una de esas partes que a la vez, hacen un todo.
Una pareja no es cubrir la soledad o la ausencia de momentos felices.
Cuando 2 personas se juntan, comienzan a compartir experiencias y llega un instante en que las coincidencias y las ganas de seguir compartiendo, crecen y ese crecimiento hace que esas personas tengan un motivo para verse, para estar y ser parte del otro.
No hay momento del día o de la noche en que no quieran saber uno del otro; de tener la necesidad de verse reflejado en los ojos del alma.
Cuando las palabras son dichas por la mirada y las sonrisas nacen para quedarse entre ellos.
Cuando no limitamos quienes somos, sino que nos dejamos llevar, los aspectos y diferentes puntos de vista, comienzan a ser uno solo.
Cuando 2 personas se encuentran con montañas y muros; juntos, se permiten abrir un nuevo camino y caminar juntos.
Compartir sin rótulos, ya que no se puede categorizar lo que siente nuestro corazón.
Los títulos frenan; el corazón siente y se permite seguir.
Si uno siente admiración y en cada palabra encuentra experiencia, una de las mejores energías comienza a fluir y todo es ascendente.
Porque las palabras muchas veces pueden resultar pequeñas para expresar lo que sentimos.
La pareja eterna, siempre es amor, porque Dios está de su lado.
Y toda la escenografía que la naturaleza nos brinde, nos hace emocionar y eternizar momentos de felicidad!
Y cuando abandonemos el vestuario, nuestras almas seguirán juntas; porque la eternidad está siempre que 2 personas crean.
MARIANO SANTORO
Es un conjunto de sensaciones y de unidad que permiten una conexión especial.
Una mutación de diferentes niveles que marcan un camino que ambos quieren seguir.
Un principio de algo que durará más allá de los tiempos humanos.
La pareja eterna, se logra cuando las almas se comunican entre sí.
Cuando dialogan los latidos del corazón y las emociones, se expresan por su cuenta.
Una interacción continua que generan felicidad en cada una de esas partes que a la vez, hacen un todo.
Una pareja no es cubrir la soledad o la ausencia de momentos felices.
Cuando 2 personas se juntan, comienzan a compartir experiencias y llega un instante en que las coincidencias y las ganas de seguir compartiendo, crecen y ese crecimiento hace que esas personas tengan un motivo para verse, para estar y ser parte del otro.
No hay momento del día o de la noche en que no quieran saber uno del otro; de tener la necesidad de verse reflejado en los ojos del alma.
Cuando las palabras son dichas por la mirada y las sonrisas nacen para quedarse entre ellos.
Cuando no limitamos quienes somos, sino que nos dejamos llevar, los aspectos y diferentes puntos de vista, comienzan a ser uno solo.
Cuando 2 personas se encuentran con montañas y muros; juntos, se permiten abrir un nuevo camino y caminar juntos.
Compartir sin rótulos, ya que no se puede categorizar lo que siente nuestro corazón.
Los títulos frenan; el corazón siente y se permite seguir.
Si uno siente admiración y en cada palabra encuentra experiencia, una de las mejores energías comienza a fluir y todo es ascendente.
Porque las palabras muchas veces pueden resultar pequeñas para expresar lo que sentimos.
La pareja eterna, siempre es amor, porque Dios está de su lado.
Y toda la escenografía que la naturaleza nos brinde, nos hace emocionar y eternizar momentos de felicidad!
Y cuando abandonemos el vestuario, nuestras almas seguirán juntas; porque la eternidad está siempre que 2 personas crean.
MARIANO SANTORO