lunes, 30 de junio de 2014

Eterna-mente y corazón

Luego de nacer, comenzamos a transitar la vida.
Un viaje en el que nos irán pasando muchísimas cosas y siempre, a modo de aprendizaje constante y con una fuerte continuidad.
Desde lo externo iremos recibiendo información y a muchas, no le daremos importancia, porque mientras caminábamos, supimos que no eran para nosotros.
Se fueron acercando personas y confirmamos que no todas lo hacen con un fin productivo.
Ya íbamos teniendo noción de que en la vida, teníamos que hacer 2 listas; lo positivo y lo descartable.
La imaginación, ya había realizado varios viajes y muchos, habían llegado a destino.

Eso nos fue motivando para continuar.
Crecer, era ir subiendo de niveles en los cuales, nos encontramos con los emocionales y de tanto exterior, descubrimos lo que vivía en nosotros.
Los sentimientos, no tenían control y una nueva tarea había que aprender.
Manejar toda esa inmensidad de expresiones de afecto que salían desbordadas, porque sentíamos que era imprescindible demostrar lo que nos pasaba.
Y fuimos conociendo a la persona que vivía en nuestro cuerpo.
De a poco, nos fuimos haciendo amigo y generando confianza.
Nos resultaba agradable compartir tiempo con nosotros.

Juntos, aprendimos a valorar la vida y algunas de las cosas que pertenecían a ella.
Conversaciones donde la mente y el corazón debatían sobre temas muy interesantes.
Y un día nos animamos a hablar sobre el amor.
Algo extremadamente hermoso que queríamos adueñarnos y sentirlo bien cerca.
No era una tarea fácil, porque no dependía sólo de nosotros y la mente, nos jugaba momentos duros, mientras el corazón sufría algunos golpes.
Y mientras la vida pasaba, también pasaban las personas.
Muchas se quedaban con una misión personal y algunas, nos involucraban.

Y la búsqueda ya había empezado y no sabíamos que era en vano, que no se trataba de buscar.
Y entre tantas conversaciones, se fue acercando alguien que sería un gran amigo.
El destino se hacía presente y nos daba pistas para seguir.
Una compañía que era guía de nuestras emociones.
Tuvimos que aprender a convivir con una agenda complicada y con tarea por realizar.
Queríamos meternos en los pensamientos ajenos y guiarlos hacia nosotros y hacia el amor que queríamos dar.
Un gran trabajo que llevó mucho tiempo.
Ya bastante nos había costado empezar a dar y el hecho de no recibir, nos dejaba vacíos.

Hasta que aprendimos que la completitud de nuestro ser, precisamente era cuando dábamos, porque era algo incondicional y la vida nos llenaba con más sabiduría.
Y jugamos a ser ambiciosos y queríamos que nos quieran.
Y nuevamente aparecía el debate entre mente y corazón, mientras nuestro mismo ser, era árbitro en algo que aún no era maestro.
Y la maestría, pasa por ser un buen alumno y llenarnos con mucho más que información, porque era en la práctica donde también llenábamos este envase llamado cuerpo.
No todo lo que sucedía a nuestro alrededor era exclusivamente dirigido hacia nosotros.
Y así, crecíamos en las diferentes etapas de la vida, mientras luchábamos por ser el mismo de siempre.

Todos los acontecimientos externos eran parte de pequeñas promos de películas ajenas.
Y queríamos ser parte de la propia, queríamos ser creadores y escritores de nuestra historia.
Y seguíamos viviendo y todo lo que habíamos hecho sumado a lo que vendrá, quedaría eternamente en nuestra mente y en nuestro corazón.
El amor, era todo lo que hicimos durante toda la existencia.

MARIANO SANTORO

miércoles, 25 de junio de 2014

Besar el alma

En esas noches donde la única que te acompaña es la soledad.
Quisiera acercarme y besarte para dormir y despertarte para besar.
En esos momentos en que la vida te parece complicada y necesitás alguien a tu lado.
Acá estoy, más allá que para hacerte compañía.
Estoy para besar el alma.
Todo lo que hayas vivido, es parte de una historia que alguna vez se contará.
Pero lo más atrapante es este comienzo, es esta nueva oportunidad.
Y desde las emociones, querés expresarte y amarte a vos misma.
Encontrar sentimientos y hacerlos crecer.
Pensamientos acobardados que no se atrevieron a ser.
Fríos intensos sin nadie a quien abrazar.

Calor interno y alguien con quien hablar.
En todas tus búsquedas perdiste mucho más que tiempo.
Y aunque ganaste en aprendizaje, eso no te conforma.
Y es la misma forma en que te expresás con los demás, en la que mejor te sentís.
Sos útil en tu manera de dar y eso también es amar.
Y acá estoy, para besar el alma y sentirte cerca, aún cuando quieras estar lejos.
Porque son mucho más que reflejos, lo que ves en tu espejo externo.
Es el camino que me atreví a seguirte y ver cómo te movías.
No era mi intención molestarte, sino amarte a escondidas.
Y en ese trayecto, me fui dando cuenta de mi proyecto.

Y besar el alma, era la misión encomendada.
No se trataba de físico ni psíquico, sino de algo más elevado.
Y cuando lo daba todo por sentado, llegaste para soprenderme.
Y fuiste vos la que comenzó a verme, de una manera especial.
Mi corazón ya tenía una nueva guía espiritual.
Y la alegría se hizo presente, porque de tenerte siempre en mi mente, ya ocupabas otro lugar.
Y todas las veces que creía que era yo quien quería besar el alma, eras vos que me hablabas desde mi corazón.
Y ya no importa tener razón, porque cambiaste la quietud por plenitud y el poder por el querer.
Y el futuro nos abre las puertas dándonos la bienvenida.

Hemos logrado tener un espacio para besar el alma, para besar al ser.
MARIANO SANTORO

lunes, 23 de junio de 2014

El mundo que querés

Por los caminos de la creación divina, supiste encontrarte luego de estar perdido.
Recorriste tierras tan lejanas para estar más cerca de vos.
Una vida análoga se transformó en digital y te permitió ser vos mismo.
Entre tantos bosques poblados, pudiste ver tu jardin soñado.
Y fuiste comenzando a edificar tu ser, logrando mucho más que altura, sino sabiduría interna.
Aprendiste que había un lugar que te pertenecía, que ya era real luego de cansarse de ser parte de sueños interrumpidos.
Ladrillos de autoestima han sido lo que ya estaba bordeando tu personalidad.

Un gran muro de amor contenido y reservado para alguien especial.
Así fuiste cerrando algo que estaba destinado a estar abierto por dentro.
Revolviendo recuerdos, supiste con qué llenar esos espacios vacíos.
Todo lo que alguna vez ha servido para sentirte bien, lo acomodaste para visualizar lo proyectado en tu corazón.
Y el agua se hizo presente en tu tierra del futuro eterno.
Creaste un enorme laberinto de sentimientos para caminar junto a seres queridos.
La naturaleza también era parte de esta belleza.
Y enriquecer el núcleo con todo lo mejor de la vida, era la tarea pendiente.
Y no quisiste hacerlo solo, porque sabías que compartiendo una obra, es cuando se ven mayores logros.

Rodearte de ejemplares preciosos que eran parte de tu tesoro personal.
Y en tu propio centro, habitaste en cada habitación a quien sentías empatía.
El mundo que querés, no sólo está en tu mente, sino que ya es real en tu alma.

MARIANO SANTORO

jueves, 19 de junio de 2014

Mensajes sin tiempo

No se trata de tecnología para recibir los mejores mensajes.
No es cuestión del Otoño que con su color dorado nos inspira a teñirnos y sentir que la vida puede ser mejor.
No se trata de un crudo Invierno donde es más importante el abrigo humano que el de tela.
Y un Verano que nunca llega porque los sueños fueron creados en un lugar sin espacio físico.
Y la Primavera ha sido siempre la esperanza de regresar y todo quedó en una espera idealizada.
Los mensajes sin tiempo son los que nos da la vida cada día y tan sólo estando equilibrados y centrados, podremos entenderlos.
Los impulsos no llegan a ningún sitio y nosotros, muchas veces dependemos de un lugar.
Y el espacio que transcurre esperando, no pertenece al tiempo humano.
No se trata de horas, ni de minutos, sino de aprender a manejar la paciencia.
Y en esas tardes de vida, un banco de plaza era testigo de una conversación de una pareja y una señora con años de experiencia.
Visualizando y exteriorizando sus buenos deseos, amando a la vida porque ha sido una buena escuela para ella.
Y los paseos se daban causalmente y todo lo que llegaba, se disfrutaba.
Y las mañanas eran alegres, pero estaban llenas de ilusiones y con muy poca magia.
Y las noches eran de espera, donde la ansiedad ha dejado entrar un pequeño dolor que fue acrecentando su poder.
Y se aprende que lo más importante somos nosotros, al prorizarnos, a querernos.
No existe nadie que viva por nosotros y somos los dueños de el tiempo que debemos y queremos disfrutar.
Lo que piensen las personas, puede cambiar, pero los sentimientos importantes, son los que duran.
Y no se trata de barrios, ni de lugares, no se trata de ver lo que no sucedió, sino de observarnos interiormente.
Y nos encontramos solos y hablando con el alma, que es la única experta en estas situaciones de lo cotidiano.
Y comenzamos a darle más valor a lo espiritual, a sanarnos y abandonar la queja y lo que no pasó.
Todo tiene un motivo y por nuestro bien no pasa todo lo que deseamos.
Y ahí aparece la humildad donde simplemente se deja relajar y ponerse a creer que hay un plan especial.
Es nuestra tarea aprender a descifrar los mensajes sin tiempo.
Los que por alguna razón especial, quieren quedarse a vivir en nuestro corazón.
Por cada uno de esos bancos con historia y por cada época del año.
Por la creencia del amor eterno, más allá de lo físico, más allá de la misma humanidad.

MARIANO SANTORO

lunes, 16 de junio de 2014

El vuelo de libertad y amor

Atravesando arco iris y diferentes tiempos y verbos, has sabido cruzar y transitar la vida.
Caminos en que la vida te ha mostrado adversidades y mucho aprendizaje.
La sabia naturaleza te ha sabido enfrentar a situaciones en las que la única opción era salir adelante y seguir.
Aún, había muchísimo por vivir, porque la experiencia se logra con lo bueno y lo otro, con todo lo que también nos toca enseñar, porque hemos sido alumnos aplicados en un mundo rebelde.
Tu entorno no ha sido redondo y los cambios no han modificado tu esencia.
Recorrer las calles y barrios ha servido para que hoy puedas servir.
Los que hoy son parte del cielo, son y serán tus estrellas que saben guiarte; lo han hecho desde el primer día en que creíste en ellos.
Creer que a tu vida han llegado seres con los cuales debías darle amor, más allá de lo que suceda, porque las circunstancias no dependen de vos, sino de un destino que es parte de este viaje.
Y la dureza también es parte de la belleza de este paisaje llamado viaje.
Una aventura que no es travesura y que comenzó el día que naciste y durará eternamente; porque las huellas que aprendiste a dejar, son marcas, son tatuajes que se sellan en los corazones.
Y un día expandiste tus alas con ganas de abrazarte a la vida y lo hiciste con tanta velocidad que descubriste que podías volar.
Había en vos un poder y era el de ser libre y dueño de una imaginación privilegiada para volar al lugar que quisieras.
Y no hubo frenos ni impedimentos y los accidentes fortalecieron tu presente.
Y fue en la oscuridad donde creíste más en tu propio brillo y tu vuelo fue más elevado.
Tomaste altura en una vida dura y con mucho de ternura que ya vivía en vos.
Y el sol te ayudaba a brillar y alumbrar caminos y destinos de quien quisiera acompañarte y seguirte.
La preciosa sabiduría del día a día, que en cada despertar, aprendías cómo amar y aumentabas tu pasión con la emoción de la ambición de querer más, porque al hacerlo multiplicabas lo que dabas.
Y aparecieron manos amigas que comenzaron a acariciarte y fue cuando más supiste darte.
Te encariñaste con el mar cuando confirmaste que tu fuerza interna no te iba a abandonar.
Conociste tu interior al igual que lo que transitaste.
A veces eran calles y otras, eran venas de tu cuerpo.
Lugares para admirar y sangre para ganar en tus propias luchas.
Todo lo que entraba mientras observabas como gran espectador de la vida y fue en tu propia vida que fuiste protagonista.
Y también quisiste darle color alejando el dolor y cambiándolo por amor.
Y el amor propio fue lo que te hizo escribir, porque querías contar historias, porque querías compartirlas, porque querías revivirlas.
Todo ha sido tan real como lo es el pensamiento positivo que vive hoy en vos.
Y hoy, desde tu más profundo ser, sabés que continúa el vuelo de libertad y amor.
MARIANO SANTORO

jueves, 5 de junio de 2014

Tu luz

Sos una creación divina.
Todo tu ser es para maravillar y sorprender a quien te observa.
Tu belleza no sólo se limita a lo externo, sino que viene desde adentro.
Y permiten hacer un hermoso recorrido por ese ser, divino ser.
Mientras camino por vos, descubro que transitaste por caminos oscuros para llegar a este presente que es parte del regalo de la vida.
Aprendiste a iluminar cada órgano y sanar viejas heridas que habían quedado atrapadas en un pasado alejado.
Veo que vos misma, junto a tu luz, pudiste sortear obstáculos y hoy, sirven de ayuda para quien camina a tu lado.

Cuando inhalás aire, se transforma en una luz divina y recorre cada parte de tu ser.
Tu luz, es tu propia guía.
Tu luz, es tan importante como respirar.
En tu luz, se encuentran los secretos mejor guardados de la vida y que debemos descubrir.
Tu luz, es la que se mezcla con la luz preciosa que llega para sumarse e iluminar lo que somos.
Tu luz es el brillo necesario que necesitás para vivir y ser solidarios.
Tenés un inmenso poder que vive en tu interior y pocas veces le dabas importancia.
La capacidad de superar miedos y temores, porque es esa misma luz la que se escapa de lo negativo.

Y te diste oportunidades, porque sabías que la vida tenía mucho más para vos.
Fuiste viajando hasta que te encontraste en el lugar que menos buscabas.
Todo lo externo te alegraba y por momentos te agredía.
Pero también supiste cómo manejar la situación y fuiste la conductora de tu destino.
Creciste tanto que te encontraste con tu yo superior.
Pudiste hablarle a tu luz y es la que más te supo ayudar.
Aumentó tu confianza y te sirvió para avanzar.
Escuchaste los mensajes que la divinidad tenía para vos.
Testigo y alumna en un mismo instante.
Y el amor, se fue acercando, le abriste tus puertas y se encontró con un alma solitaria, ya que había dado todo de sí.

Se unieron y ambas, te iluminaron.
Y la vida se hizo parte de este gran juego que es vivir.
Y una dulce melodía comenzó a abrirse paso y quería salir de tu cuerpo.
Sabías que tu luz, merecía ser compartida.
Porque hizo de vos, una simple persona llena de humildad.
Logró milagros porque se lo permitiste.
Y toda dureza ya no era tal, sino que comenzaste a quebrarte para que salga de tu ser esa hermosa luz.
Y la naturaleza te hizo parte, porque tu luz es lo más precioso que hay y vive en vos.
Hoy puedo ver tu luz, porque me hiciste un espacio en tu ser.

Y tu luz, me sana!
MARIANO SANTORO

martes, 3 de junio de 2014

Energía

Energía es la fuerza de voluntad natural que surge desde nuestro núcleo.
Es la gran motivación interna para poder exteriorizar lo maravilloso que vive en nuestro ser.
La luminosidad que asombra y genera a avanzar, a continuar el camino elegido y nos guía hacia una felicidad plena.
Energía es escuchar al niño interior y que sus palabras las tome el adulto que somos y nos ayude a recuperar cada uno de los valores con los que fuimos criados.
Es tener esa sed de querer seguir aprendiendo, porque siempre hay nuevas materias por conocer.
Y también es descubrir lo que somos, el autoconocimiento para poder crecer humana y espiritualmente.
Energía es amanecer y nacer a todo lo bello que tiene la naturaleza en esta vida que nos ha tocado experimentar.
Es dejarnos llevar por el misterio de la fluidez y que la sorpresa, se haga presente en el instante preciso donde sepa dejarnos su sabio mensaje.
Es encontrarnos en esa búsqueda que teníamos pendiente.
Energía es la melodía perfecta que llega a través de la música llamada amor.
Cuando dejamos de ser uno para comenzar a ser dos y querer unirnos en un nuevo ser.
Es la canción que escucha nuestro corazón y la alegría se instala en nuestro interior.

Energía es ese grito primario y silencioso que aparece para correr la venda que alguna vez tuvimos y quisimos mantener para no ver algunas cosas.
Pero hoy, ya estamos preparados a enfrentarnos a lo que sea, porque las lecciones llegaron y nos tomamos el trabajo de aprender el motivo real.
Es darle más valor a los susurros, a la voz dulce y agradable que llega y nos gusta compartir, la que sale de nosotros y disfruta quien está con nosotros y en nosotros.
Energía es despertar y ver que todo es posible, primero porque lo visualizamos y luego, por decretarlo.
Todo lo positivo que sale de la mente, pasa por el corazón hasta sacarlo del cuerpo y hacerlo real.

Es comprobar que la fe está y puede aumentar siempre que seamos humildes de corazón y alma.
Energía es reconocer que aunque seamos finitos, nuestro amor puede llegar a ser eterno, que el poder de Dios es infinito y que somos una energía divina que ha llegado a esta vida para cumplir la extraordinaria misión de amar.

MARIANO SANTORO