jueves, 5 de junio de 2014

Tu luz

Sos una creación divina.
Todo tu ser es para maravillar y sorprender a quien te observa.
Tu belleza no sólo se limita a lo externo, sino que viene desde adentro.
Y permiten hacer un hermoso recorrido por ese ser, divino ser.
Mientras camino por vos, descubro que transitaste por caminos oscuros para llegar a este presente que es parte del regalo de la vida.
Aprendiste a iluminar cada órgano y sanar viejas heridas que habían quedado atrapadas en un pasado alejado.
Veo que vos misma, junto a tu luz, pudiste sortear obstáculos y hoy, sirven de ayuda para quien camina a tu lado.

Cuando inhalás aire, se transforma en una luz divina y recorre cada parte de tu ser.
Tu luz, es tu propia guía.
Tu luz, es tan importante como respirar.
En tu luz, se encuentran los secretos mejor guardados de la vida y que debemos descubrir.
Tu luz, es la que se mezcla con la luz preciosa que llega para sumarse e iluminar lo que somos.
Tu luz es el brillo necesario que necesitás para vivir y ser solidarios.
Tenés un inmenso poder que vive en tu interior y pocas veces le dabas importancia.
La capacidad de superar miedos y temores, porque es esa misma luz la que se escapa de lo negativo.

Y te diste oportunidades, porque sabías que la vida tenía mucho más para vos.
Fuiste viajando hasta que te encontraste en el lugar que menos buscabas.
Todo lo externo te alegraba y por momentos te agredía.
Pero también supiste cómo manejar la situación y fuiste la conductora de tu destino.
Creciste tanto que te encontraste con tu yo superior.
Pudiste hablarle a tu luz y es la que más te supo ayudar.
Aumentó tu confianza y te sirvió para avanzar.
Escuchaste los mensajes que la divinidad tenía para vos.
Testigo y alumna en un mismo instante.
Y el amor, se fue acercando, le abriste tus puertas y se encontró con un alma solitaria, ya que había dado todo de sí.

Se unieron y ambas, te iluminaron.
Y la vida se hizo parte de este gran juego que es vivir.
Y una dulce melodía comenzó a abrirse paso y quería salir de tu cuerpo.
Sabías que tu luz, merecía ser compartida.
Porque hizo de vos, una simple persona llena de humildad.
Logró milagros porque se lo permitiste.
Y toda dureza ya no era tal, sino que comenzaste a quebrarte para que salga de tu ser esa hermosa luz.
Y la naturaleza te hizo parte, porque tu luz es lo más precioso que hay y vive en vos.
Hoy puedo ver tu luz, porque me hiciste un espacio en tu ser.

Y tu luz, me sana!
MARIANO SANTORO