En esas noches donde la única que te acompaña es la soledad.
Quisiera acercarme y besarte para dormir y despertarte para besar.
En esos momentos en que la vida te parece complicada y necesitás alguien a tu lado.
Acá estoy, más allá que para hacerte compañía.
Estoy para besar el alma.
Todo lo que hayas vivido, es parte de una historia que alguna vez se contará.
Pero lo más atrapante es este comienzo, es esta nueva oportunidad.
Y desde las emociones, querés expresarte y amarte a vos misma.
Encontrar sentimientos y hacerlos crecer.
Pensamientos acobardados que no se atrevieron a ser.
Fríos intensos sin nadie a quien abrazar.
Calor interno y alguien con quien hablar.
En todas tus búsquedas perdiste mucho más que tiempo.
Y aunque ganaste en aprendizaje, eso no te conforma.
Y es la misma forma en que te expresás con los demás, en la que mejor te sentís.
Sos útil en tu manera de dar y eso también es amar.
Y acá estoy, para besar el alma y sentirte cerca, aún cuando quieras estar lejos.
Porque son mucho más que reflejos, lo que ves en tu espejo externo.
Es el camino que me atreví a seguirte y ver cómo te movías.
No era mi intención molestarte, sino amarte a escondidas.
Y en ese trayecto, me fui dando cuenta de mi proyecto.
Y besar el alma, era la misión encomendada.
No se trataba de físico ni psíquico, sino de algo más elevado.
Y cuando lo daba todo por sentado, llegaste para soprenderme.
Y fuiste vos la que comenzó a verme, de una manera especial.
Mi corazón ya tenía una nueva guía espiritual.
Y la alegría se hizo presente, porque de tenerte siempre en mi mente, ya ocupabas otro lugar.
Y todas las veces que creía que era yo quien quería besar el alma, eras vos que me hablabas desde mi corazón.
Y ya no importa tener razón, porque cambiaste la quietud por plenitud y el poder por el querer.
Y el futuro nos abre las puertas dándonos la bienvenida.
Hemos logrado tener un espacio para besar el alma, para besar al ser.
MARIANO SANTORO
Quisiera acercarme y besarte para dormir y despertarte para besar.
En esos momentos en que la vida te parece complicada y necesitás alguien a tu lado.
Acá estoy, más allá que para hacerte compañía.
Estoy para besar el alma.
Todo lo que hayas vivido, es parte de una historia que alguna vez se contará.
Pero lo más atrapante es este comienzo, es esta nueva oportunidad.
Y desde las emociones, querés expresarte y amarte a vos misma.
Encontrar sentimientos y hacerlos crecer.
Pensamientos acobardados que no se atrevieron a ser.
Fríos intensos sin nadie a quien abrazar.
Calor interno y alguien con quien hablar.
En todas tus búsquedas perdiste mucho más que tiempo.
Y aunque ganaste en aprendizaje, eso no te conforma.
Y es la misma forma en que te expresás con los demás, en la que mejor te sentís.
Sos útil en tu manera de dar y eso también es amar.
Y acá estoy, para besar el alma y sentirte cerca, aún cuando quieras estar lejos.
Porque son mucho más que reflejos, lo que ves en tu espejo externo.
Es el camino que me atreví a seguirte y ver cómo te movías.
No era mi intención molestarte, sino amarte a escondidas.
Y en ese trayecto, me fui dando cuenta de mi proyecto.
Y besar el alma, era la misión encomendada.
No se trataba de físico ni psíquico, sino de algo más elevado.
Y cuando lo daba todo por sentado, llegaste para soprenderme.
Y fuiste vos la que comenzó a verme, de una manera especial.
Mi corazón ya tenía una nueva guía espiritual.
Y la alegría se hizo presente, porque de tenerte siempre en mi mente, ya ocupabas otro lugar.
Y todas las veces que creía que era yo quien quería besar el alma, eras vos que me hablabas desde mi corazón.
Y ya no importa tener razón, porque cambiaste la quietud por plenitud y el poder por el querer.
Y el futuro nos abre las puertas dándonos la bienvenida.
Hemos logrado tener un espacio para besar el alma, para besar al ser.
MARIANO SANTORO