jueves, 15 de enero de 2015

Anillos

Anillos que simbolizan una unión de 2 unidades.
Un comienzo en donde se deja el YO, para ser NOSOTROS.
Anillos circulares sin fin, porque el Amor verdadero no lo tiene.
Dorados, brillantes, porque una nueva vida llena de abundancia en valores es lo que nace.
Oro que resalta, que llama la atención y quiere salir de nuestro cuerpo, porque uno exterioriza lo bueno que lleva en su interior.
2 personas que crecieron junto a otras personas, que se fueron integrando, pero que sentían que la vida tenía mucho más.
Y había un gran regalo reservado.
Un premio por creer en el Amor real, el que ya habitaba sus corazones y querían compartir.
Los latidos que se entrelazaban a la vez que esos anillos se cruzaban en el mismo camino elegido para seguir juntos.
Una catarata de sueños que estaban en la puerta de la realidad, ya que la unión, creaba una llave única, que abriría las nuevas oportunidades que se presenten.
Y el camino ha tenido lo suyo y ha sido un gran maestro.
Los anillos son pequeños objetos pero con un gran valor.
Encierran en su contenido momentos de crecimiento y mucho aprendizaje.
Llevan en su interior, los ideales que ambos corazones se permitieron imaginar alguna vez allá en el tiempo.
Un mismo tiempo que transcurre y sigue vigente.
El que lucha por un bien común y cree en lo que siente, dice y practica.
Cuando la calidad se fusiona y se convierte en algo especial en el que la mente se sorprende y las emociones que nacen, toman cursos inésperados, que transitan una vida que los alimenta a través de la experiencia; en la que estas 2 unidades transformadas a una, a la vez logran una tercera.
Una unión que es constante y se mantiene por la fe que les hizo vivir una vida donde la lucha por mantener los valores, se les ha hecho piel.
Anillos que cuentan la historia siempre presente en la que uno sobre uno son 3.
MARIANO SANTORO