martes, 27 de enero de 2015

Existir

Existir es observarse desde el lugar más sagrado.
Es permitirnos renacer a través de la raiz de la vida y del ser.
La naturaleza es sabia y sabe cuál es el momento perfecto para surgir; para salir a la superficie.
La tierra es nuestra casa; pero es en el núcleo donde mejor nos sentimos.
En cada viaje hacia el interior, nos volvemos a convertir en niños y tomamos la postura de protección.
La inocencia se mezcla con la pureza y hacen que la sinceridad de lo sorprendente, esté con nosotros y en nosotros.
Cuando nos encerramos de lo mundano, le damos paso a lo espiritual.
Logramos conectarnos con la fragancia verdadera del amor.
El perfume de la simpleza no deja que haya confusiones.
El aroma de la existencia es lo que nos genera vida dentro de nuestra misma vida.
A medida que crecemos le vamos tomando el gusto a lo que nos agrada, a todo lo que llega y le damos el valor de gerenciarlo para que lo positivo, llegue y encuentre su hogar en el alma.
El niño interno tiene el poder de aparecer en los instantes precisos.
La clave es disfrutar accionando desde el corazón.
Nos vamos esparciendo como ramas de un sabio árbol que se nutre de la misma energía de la humanidad que es mucho más que humana.
Nos ha tocado cuidar y mantener a salvo, lo más frágil que tiene todo el mundo y es la humildad del ser humano.
La calidad es la sustancia necesaria que nos alimenta.
Desde el fondo de toda profundidad conocida; es donde nos transformamos en semillas para recuperar fuerzas y dar lo mejor de nosotros.
Libres desde la misma propiedad que es el planeta, pero nosotros somos los únicos dueños de nuestro ser y actuamos con fe porque lo que hacemos, sale desde las entrañas.
Existir es sentirnos los proveedores del amor sanador a toda persona que quiera redescubrir su esencia.
MARIANO SANTORO