Bonus track, día especial, día de regalo.
Un día en el que uno puede permitirse relajarse y simplemente mirar la vida de la manera más tranquila.
Y a la vez, es un día para hacer algo novedoso, algo que quizás no nos animábamos.
Es probable que hayan habido cosas que por timidez o por dudas internas, no queríamos concretar y dejamos de lado.
Esos frenos en los que siempre vemos esa luz roja que nos impide avanzar.
Pero hoy es otra la situación.
Dejar huellas en un día obsequiado, es muy positivo.
Hoy podemos salir del sueño y concretarlo.
Despertarnos de todo lo imaginado e ir hacia la realidad.
Y jugar, porque siempre es bueno conectarnos con nuestro niño interior.
Acercarnos más a esa luna que tantas veces hemos mirado durante horas y tenerla al alcance de la mano.
Hasta sentir que nos posamos en ella, que ella también quiere jugar con nosotros.
Y a la vez, traemos globos, para armar una verdadera fiesta, rodeada de las personas que queremos compartir.
Un momento que durará lo suficiente para hacerlo buen recuerdo.
Sentir que las horas se estiran hasta una jornada interminable y placentera.
Una recuperación absoluta de esa energía liberadora que no tiene límites.
Porque la libertad está asociada a todo lo que alguna vez quisimos y hoy se potenciaron las ganas de cumplir.
Y experimentar este día como una fiesta de cumpleaños, como ese día que llegó para quedarse, aunque sea tan sólo 24 hs.
Y ya estamos viviendo ese bonus track, el que al cerrar nuestros párpados, comenzamos a volar, porque hoy, todo vale.
MARIANO SANTORO