Hay días y fechas especiales y hay personas que hacen que los días y fechas sean especiales.
Los recuerdos, son parte de nuestra existencia y de nuestro ser.
En nosotros, viven los momentos más importantes que nos tocó vivir.
Y es muy productivo sacarlos alguna vez a pasear por el presente.
Nos podemos llegar a sorprender de saber que nuestro sentimiento y manera de expresarnos allá en ese pasado tan lejano, es bastante similar a este presente.
La vida nos regala amaneceres en los que tenemos la gran elección de hacer que el día por venir, sea especial.
Vernos con alguna persona, ya nos hace que el día sea especial.
Pero lo mejor, es poder encontrarnos a nosotros mismos.
Ese es el gran momento especial por excelencia.
Llegar al núcleo, llegar al centro de todo lo que somos y queremos ser.
Poder sentirnos especiales por saber que aún hay mucho para dar.
Aún hay demasiado para amar.
Especiales son los pétalos que se abren y simulan nuestros brazos para aferrarnos a lo que amamos.
Especiales son las sorpresas del destino, porque nos muestran que no estamos robotizados, ni somos máquinas.
Especial es la tecnología que nos acerca a las personas, pero más especial es saber que se produce una buena conexión porque hemos dejado buenos recuerdos en esa persona.
Especial es mirar hacia el interior de las personas que nos rodean y encontrar similitudes.
Especial es la noche que sabe por complicidad que nuestra luz interior es la que nos protegerá.
Especial es entrar en una persona y sentir toda su desnudez porque hemos llegado al alma.
Y nuestra alma es especial porque es eterna y vive por siempre en cada corazón de los que valoran la vida.
MARIANO SANTORO