Relacionarte con la naturaleza no sería nada extraño, ya que sos arte natural.
Las flores se protegen durante un tiempo hasta que de a poco, dejar salir sus pétalos y abrirse al mundo.
Vos, como mujer, te abres a la vida porque sos creadora y das vida.
Aunque tus relaciones no sean como merecés, sabés que aún hay puertas por abrir.
Tu fe se fortalece cada día, viendo crecer tus obras de arte.
Te abrazás a la vida y extendés tus brazos para recibir, porque el amor, vive en vos y todos quieren ir hacia vos.
El sol te saluda para desearte un bello día y tu inocencia se mezcla con la timidez de una mujer ya adulta y aún, con mucho por soñar.
Tus pasos, son cuidados como cada pétalo, porque tu fragilidad, hace que también seas coherente hacia donde te diriges.
Caminos hacia destinos olvidados, porque te has dedicado a los que te rodean y dejaste que pasen cosas a tu alrededor.
No es culpa, sino que es algo natural, siendo espectadora de lo que sucede para no caer en trampas ajenas y cuidarte a vos misma.
Hay tanto misterio en una mujer que tan sólo mirándola a los ojos, se abren cortinas de milagros.
Como una casa nueva, la deseada en sueños y hoy, es algo real, pero muy grande y solitaria.
Y tu mente ya ha estado imaginando cómo rellenarla.
Y sabés que lo primero a aportar, es el amor genuino.
Has sabido quererte y tu autoestima sabe que tiene mucha tarea.
Esa mágica mezcla entre trabajo y placer que genera hacer lo que uno hace desde el corazón.
Un planeta que confía en vos y te sale de garante para que dejes fluir todo lo bello que vive en tu interior.
Sembrar las semillas que te han hecho una gran persona.
Y el orgullo de cumplir tu propia misión, sabiendo que todo lo logrado, te hace más poderosa, te hace más mujer.
MARIANO SANTORO
