En la escuela de la vida, hoy nos toca hacer una breve parada.
Hoy llegamos a una nueva estación.
La misma que tiene misterio y muchas sorpresas para ofrecer.
La naturaleza se tiñe de dorado y nuestros propios colores se renuevan.
Una estación llena de calles por recorrer y recordar.
Por muchas de esas calles ya hemos pasado y algunas novedades también trae esta etapa.
Cambios que se exteriorizan y la naturaleza nos habla.
Escuchar cada mensaje y tomar la decisión correcta.
Nuestro corazón quiere expresar lo que siente, sin temor, sin dolor.
Hay mucha esperanza porque ya la espera acabó.
Hoy es tiempo de recuperar la valentía y orgullo de ser quien logramos ser.
Y con la fe necesaria para saber que aún hay más en el menú.
Mientras tengamos la frente bien alta, por sentirnos felices, aparecerá una llave con algo para descubrir.
Los misterios de la vida, esconden oportunidades.
Nos hacen revivir la época en la que creíamos que todo era un juego.
El niño que nos guía, sabe hacia adónde ir.
Y ya nada nos va a distraer, porque le daremos un buen uso a nuestros pensamientos.
Otoñal puede llegar a ser una fantástica historia, si nos animamos a testimoniarla mientras la vivimos.
Huellas que se hacen eternas y que se transforman en bellas anécdotas para contar en noches donde el silencio se hace amigo.
MARIANO SANTORO