Respira amor, siente cómo se llena tu corazón de alegría.
Recuerda aquéllos besos inocentes de tu niño interior.
Refleja tu amor por Dios, por la naturaleza, por la vida.
Y a la vez, el amor a ti mismo.
El amor te ha sanado y salvado en inmensas ocasiones.
El amor divino, en su máxima expresión es lo que te motivó a salir adelante.
Y te encontraste con la oportunidad de amar.
Diste y seguirás dando amor, porque es el alimento de tu existencia.
Cada sueño, anhelo y deseo, se multiplicó en ganas.
Y en cada amanecer, el amor te saluda y te da la bienvenida a un nuevo día.
Siente el toque del amor, que te acaricia de esperanza.
Vive la fe que te conduce por el camino del amor.
Vestite con tus mejores sentimientos, porque la fiesta del amor comienza.
Disfruta el presente y báñate de amor.
Endulza tus acciones, para edificar positivas emociones.
Cree y quiere lo que te rodea, porque por algo está a tu lado.
Abrígate de experiencia y desnúdate por lo que llega.
Vibra y conéctate con las palabras que tu alma quiere decir.
Respira amor, porque es lo que le da sentido a tu vida.
MARIANO SANTORO
