Mucho ha sido el texto que hemos escrito, pero aún quedan hojas en blanco.
Páginas repletas de historias y enseñanzas.
La vida nos ayudó a reflejar cada experiencia y así poder salir adelante.
Los caminos han variado y siempre hay nuevas metas.
Desafíos que llegan para darnos sentido, para salir de la rutina.
Un horizonte que sorprende y brilla.
La mano dispuesta a continuar escribiendo.
Compañías que sólo viven en la imaginación.
Y sin perder la ilusión, las dejo ahí, dando vueltas.
Por momentos intriga saber cuál será la elegida.
Dejo que mi gran amigo el destino, haga sus movimientos.
La lectura me ha hecho muy buena compañía y me invitó a viajar por mis emociones.
Logré conocerme y así poder expresar lo que siento.
Paisajes mentales que fluyen para que mis manos escriban los sueños que giran y quieren salir del círculo.
Todo lo que sale, se convierte en público aún manteniendo la privacidad.
Un interesante juego que refleja el ser.
La mirada se toma algunos instantes para descansar y leer los latidos.
El corazón dice mucho y a la vez, protege secretos y anhelos.
El sol observa y todo se transforma en la unidad deseada; todo se conecta.
MARIANO SANTORO