Continuar es parte de crecer.
Darnos la oportunidad de seguir y de saber que el camino puede ser interesante.
Acompañar a los que quieran sumarse y a la vez, hacer nuestro destino.
La perseverancia de la honestidad.
El levantarse porque tenemos algo por hacer.
Una obligación del corazón, por nuestro bienestar.
Permanecer fieles a nuestros pensamientos.
Alargar todo lo que se pueda, las tareas por realizar.
Que los sueños duren lo suficiente para confirmar que al despertar, disfrutaremos el día.
Mantener a los amigos que no saben de diferencias y no les importan.
La unión de los seres, la magia de estar.
Aprender a compartir y valorar cada encuentro.
Y el alma entiende que la distancia, sólo es física.
La bondad del ser humano, se fusiona con lo que somos.
Y esa persona importante, hoy es parte de nosotros.
Su esencia vive y vibra.
Se hace sentir, porque ha dado lo mejor y la divinidad, nos ofrece esa compañía.
Siempre voy a recordar las llamadas de esperanza.
Siempre sentiré la fuerza de la mano y el poder de la mirada.
MARIANO SANTORO