En el ajedrez de la vida, el destino hizo sus movidas y llegó a mí, esta postal.
Desde un pasado hermoso, atravesando la vida y todo lo vivido en el medio.
Un abuelo adulto, leyendo una carta de su hijo y hoy, este nieto, comparte con el abuelo.
3 generaciones unidas en algo pequeño y materialmente valioso.
Lo emocional, juega un rol muy importante y ese encuentro, nos abraza espiritualmente.
Números, cifras y fechas; todo se conecta porque siempre hay mensajes cuando uno sabe leer.
Leer desde la fe; escuchar con el alma; sentir con el corazón.
Viajes soñados en vidas reales.
Ilusiones de una buena persona que se animó a ir cruzando caminos.
Calles y lugares de películas, con un nuevo protagonista.
La risa acompaña a la emoción.
Y siempre hay una canción que sabe recordar.
Y en ese mágico dar, que tiene la existencia; hoy puedo agradecer.
Lo compartido, no se partirá jamás.
Lo que se hizo, fue guiado por el corazón y la esencia del ser.
Ese arco a la distancia, une los 3 pilares que orgullosos, llevan el mismo apellido.
Columnas de esperanza y fortaleza.
De amor, de familia y de fe.
Hoy es momento de mirar al cielo y crear una nueva postal.
MARIANO SANTORO
