jueves, 19 de febrero de 2009

Compartiendo la libertad

Muchas personas, en las que me incluyo, tenemos prejuicios y algunas reglas que cada día se hacen más exigentes, casi imposibles de superar y obviamente de conseguir éxito. Nuestros amigos y compañeros de trabajo van conociendo gente y cada día, se cierra un poco más nuestro círculo y nos encontramos solos en la privacidad del hogar. Amamos la libertad y lo que hacemos en el poco tiempo disponible que tenemos. El espacio que pudimos lograr y que tanto nos costó, por momentos nos cuesta llevarlo a cuestas. La virtualidad nos acompaña en varios momentos del día; la televisión, cada día se "usa" menos; los libros, sí, esas cosas grandes con cantidad de palabras que están apilados o de decoración, solo son adorno; el salir a algún lugar divertido, donde depositamos esperanzas de pasar un buen rato, algunas horas conociendo gente interesante, es lo que menos sucede y volvemos de la peor manera y vacíos, con la carga de saber que volvimos a perder tiempo y dinero.
El "hablar", hoy tiene otro significado, ya que usamos los mensajes de texto del celular y chateamos con gente amiga y nueva gente que permitimos que entre en nuestra vida.
Dicen que la convivencia ha matado a las parejas, ya que con lo duro que se hace vivir cada día con las obligaciones, lo que más queremos es tener espacio y recuperar la libertad. Es prioridad, en el caso de querer empezar a soñar con que pronto deseamos pasar más tiempo con una persona, con la cual nos imaginamos situaciones y proyectos y se hace tan lindo esas charlas, que debemos pensar en compartir nuestra libertad.
No es tarea fácil, pero una pareja son 2 y cuando se quiere, se puede. Compartir solo momentos de intimidad, no es una pareja; hay mucho más y esa libertad que amamos, la respetarán, como nosotros la de nuestra pareja.
Sabiduría para poder entender y comprender que estamos dispuestos a una vida de a 2. Jugarse y no quedarse más solos y tristes, sino que cuando necesitemos estar solos, es por elección propia y no por que no tenemos a nadie alrededor.
Miremos de a 2. Vivamos de a 2. Disfrutemos de a 2. No regalemos el tiempo a gente que no nos valora. Podemos ser felices y hacer felices a mucha gente. Sentite libre de poder decir y hacer lo que sientas, sin culpas, ni miedos. Vas a ver que te sentirás bien, liberado, libre.
MARIANO SANTORO (coleccionista de sensaciones)