domingo, 28 de febrero de 2010

Entre dos se puede

En algún momento de nuestras vidas nos damos cuenta que necesitamos a alguien a nuestro lado.
Desde una amistad a una pareja y ese es el primer paso para sentirnos plenos y llenos durante mucho tiempo.
Muchas veces queremos salir o tener alguna actividad y no tenemos con quién hacerla.
No es cuestión de salir con cualquiera. Sino que logremos estar con la persona correcta y así poder hacer muchas cosas.
La necesidad no significa desesperación.
La soledad no se cubre con cualquiera que esté a mano, a nuestro alcance.
Una salida juntos.
Una charla luego de ver una película cada uno en su casa y debatirla.
Pasear por la calle con los dedos entrelazados.
Sacarnos fotos con la naturaleza.
Escribir un poema.
Dedicar una canción.
Dormir abrazados.
Sentir su aroma, su perfume.
Conocer sus gustos.
Aprender sus costumbres.
Mirarse y saber que esa persona siente algo por nosotros.
Cuando el humano deje de lado su orgullo y empiece a pensar y a actuar de manera pluralista, cambiaremos y eso nos traerá felicidad.
La compañía que nos hace una persona es mucho más que quitar la soledad de nosotros.
Tener nuestra rutina diaria y saber que alguien nos piensa y nos tiene en mente; que se acuerda y nos lo hace saber es hermoso.
Darnos cuenta a la vez que nosotros dejamos huellas en esas personas.
Que cada movimiento que hacemos y en el que nos sentimos incapaces de realizarlo solos, tengamos esa ayuda voluntaria e incondicional; el saber que está y que estamos en su vida.
Dar gracias, pedir permiso, pedir disculpas, pedir ayuda.
Muchas cosas las hemos perdido por la manera en que vivimos.
La frialdad y el no me importa nos alejó de mucha gente.
Recuperarlas es nuestra misión.
Si alguien pasó por tu vida y sabés que es importante, tratá de hacérselo saber.
La humildad nos engrandece.
Uno existe gracias a que otro nos los hace saber y es parte de nosotros.
Mimar y sentirse mimado.
Tratar de solucionar problemas y que el reconocimiento sea nuestra paga.
Nosotros, es una palabra que une a 2 personas.
Muchas cosas no se pueden hacer solo y es increíble que sea así, para no creer que somos autosuficientes y omnipresentes.
Tu otra mitad, está en alguna parte.
Armá tu rompecabezas y te sentirás satisfecho.
MARIANO SANTORO