Cuántas veces vemos en los demás que son culpables de nuestra soledad?
Son pocas las veces que nos miramos a nosotros mismos y vemos lo que realmente somos.
La soledad está de nuestro lado porque le permitimos entrar.
Un día, nos apartamos de cosas, de gustos, de costumbres y ahí, por algún costadito se pudo filtrar eso que tanto mal nos hace. Pero solo le damos importancia cuando nos sentimos solos y ahí, nos ponemos mal.
Nadie es culpable si nosotros estamos mal. Quizás, si estuvimos en pareja o comenzando una relación, dejamos salir algo que no fue del agrado de la otra persona. Todo es acumulativo, al igual que sufrir. Nada nace y tiene un enorme tamaño. Todo va tomando su ritmo y las situaciones nos golpean cuando estamos con poca autoestima.
La soledad es una niña que una vez la vimos y se acercó a nosotros.
La vimos hasta incluso dulce y le tomamos cariño. Hasta que empezó a estar más y más presente.
Ya eran muchas las horas en las que compartía nuestra compañía.
Estaba ahí y pocas veces le prestamos atención y tímidamente, se acercó más y más y hoy, la sentimos tan cerca, que vive en nosotros.
Nos hace mal. Pero ella no es culpable. En nosotros está la solución.
Muchas veces nos ponemos a criticar sin mirar debajo de nuestra alfombra.
Esa alfombra se transforma y se llama interior, se llama conciencia y muchas veces, se llama dolor insuperable.
No pensemos en que no hay solución.
Siempre la hay. No es fácil, pero miremos dentro de nosotros y busquemos y dejemos solo lo positivo, lo que nos llena. Al contrario de la soledad, ya que nos deja vacíos.
Pensemos y actuemos según mande el corazón.
No hay nada malo que salga del corazón.
Luchemos por no estar solos. Hay mucha gente con ganas de compartir hermosos momentos con vos.
Las preguntas nos llevan a dudas y estas, a un camino sin salida.
Y que de ahora en más, solo nos preguntemos cuál es el camino para ser felices.
Y vayamos en su búsqueda.
MARIANO SANTORO