Una fecha especial me trae recuerdos y hoy, volvés a mí.
Fue hace tanto tiempo que parece haber sido en otra vida y si lo pienso más, es en realidad así.
Yo no era el mismo.
He cambiado, he modificado mucho.
He aprendido y me he golpeado mucho.
Ya los dolores son parte de mi ser, pero sigo creyendo.
Sé que estás y que sos feliz, porque lo siento.
Hoy puede ser un día normal, pero esa noche no lo fue.
Hoy, es una palabra inmensa, ya que pertenece al presente inmediato.
Pero qué hubiese sido de mí, sin ese pasado que me enseñó a sentir?
Hoy, aprendí a valorar, a creer que siempre hay más.
Hoy, aprendí que ganar es mucho más que tener siempre la verdad.
Hoy, la ausencia no se trata de estar solo.
Hoy, la parte física, hace extrañar, pero mucho más si nunca fuiste mía.
Soy parte de mi invento.
Sos parte de lo que yo me hice a mí mismo.
Hoy sos un recuerdo porque puedo pensarte y traerte a la realidad.
Aunque lo nuestro fue pura ficción.
Hoy sé que es difícil pertenecer.
Hoy, solo conozco al amor y soy amigo; pero nunca pude ser su amante!
Hubo un antes y un después, pero jamás existió un durante.
Por eso hoy, a la esta distancia que ya es mayor de edad; sé que siempre estarás.
Porque siempre disfrutaré de un bello cielo.
Siempre disfrutaré del amor que no pude darte y fue reservado para la mujer que aún se esconde.
Hoy, me siento satisfecho, aunque no te tenga; porque no se trata de posesión, sino de saber que todo lo que me diste, sin darme nada; ha hecho de mí un buen hombre.
Hoy es una fecha especial, ya que un día como hoy te conocí y me conocí a mí mismo!
MARIANO SANTORO
miércoles, 28 de diciembre de 2011
domingo, 25 de diciembre de 2011
Nacer de nuevo
Amar.
Nacer.
Amanecer.
Despertar y maravillarse.
Sentir placer a través de la mirada y que los sentidos vayan creciendo y emanando de nuestro ser.
Comprobar que lo que estamos viendo y viviendo es extremadamente hermoso.
Que ese sol que comienza a darnos calor, nos ilumina y lo seguirá haciendo.
Nuestra compañía, siempre debe ser la mejor para compartir y que el silencio de las miradas digan mucho más que cualquier palabra jamás pronunciada.
Cantidad de sensaciones.
Calidad de emociones.
Un nuevo día nace y nacemos con nuevas oportunidades.
Creer que todo vuelve a empezar, sin pasados, sin rencores.
Lo olvidable, ya quedó ni siquiera sé en dónde.
Lo recordable, es todo este presente.
Vivir cada segundo, vivir la paz y la felicidad.
Vivir en el mundo que creamos y que lo hicimos propio.
Elevemos la mirada y nuestro corazón.
Elevemos el alma y nuestro ser.
Cerremos los ojos y miremos nuestro interior.
Encontraremos ese calor que nos da el amor puro.
Sentiremos una relajación, ya que estamos tranquilos por saber quién somos en realidad.
Y la realidad que alguna vez fue soñada y mediante la fe, hoy está a nuestro alcance.
Amor. Bondad. Creer. Dios. Esperanza. Fe. Gratitud. Honestidad. Inteligencia. Juventud.
Lealtad. Mirar. Nacer. Olvidar. Perdonar. Reconocer. Superar. Ternura. Valorar.
La imaginación es el movil que nos transporta a donde queremos.
Podemos volar, sin sacar los pies de la tierra.
Podemos vernos en un tiempo por venir y ya nos alegramos a cuenta.
Podemos encontrarnos con todos los seres que nos han marcado; que nos guiaron y han sido una parte muy importante de nuestra vida.
Podemos porque creemos.
Todo es posible si lo creamos en nuestro ser.
Llegará un momento en que todo lo que creíamos ficción e incomprensible, puede ser real.
Hoy, me doy la bienvenida al haber nacido de nuevo.
Un año de crecimiento personal y espiritual.
Un año de sorpresas y experiencias.
Un año para ayudar y saber que quiero seguir ayudando.
Un año donde Dios estuvo conmigo y me mostró un hermoso camino.
Hoy, estoy naciendo y el nacer es un acto de amor.
Hoy soy un niño que sabe que el amor existe porque por eso estoy vivo.
MARIANO SANTORO
Nacer.
Amanecer.
Despertar y maravillarse.
Sentir placer a través de la mirada y que los sentidos vayan creciendo y emanando de nuestro ser.
Comprobar que lo que estamos viendo y viviendo es extremadamente hermoso.
Que ese sol que comienza a darnos calor, nos ilumina y lo seguirá haciendo.
Nuestra compañía, siempre debe ser la mejor para compartir y que el silencio de las miradas digan mucho más que cualquier palabra jamás pronunciada.
Cantidad de sensaciones.
Calidad de emociones.
Un nuevo día nace y nacemos con nuevas oportunidades.
Creer que todo vuelve a empezar, sin pasados, sin rencores.
Lo olvidable, ya quedó ni siquiera sé en dónde.
Lo recordable, es todo este presente.
Vivir cada segundo, vivir la paz y la felicidad.
Vivir en el mundo que creamos y que lo hicimos propio.
Elevemos la mirada y nuestro corazón.
Elevemos el alma y nuestro ser.
Cerremos los ojos y miremos nuestro interior.
Encontraremos ese calor que nos da el amor puro.
Sentiremos una relajación, ya que estamos tranquilos por saber quién somos en realidad.
Y la realidad que alguna vez fue soñada y mediante la fe, hoy está a nuestro alcance.
Amor. Bondad. Creer. Dios. Esperanza. Fe. Gratitud. Honestidad. Inteligencia. Juventud.
Lealtad. Mirar. Nacer. Olvidar. Perdonar. Reconocer. Superar. Ternura. Valorar.
La imaginación es el movil que nos transporta a donde queremos.
Podemos volar, sin sacar los pies de la tierra.
Podemos vernos en un tiempo por venir y ya nos alegramos a cuenta.
Podemos encontrarnos con todos los seres que nos han marcado; que nos guiaron y han sido una parte muy importante de nuestra vida.
Podemos porque creemos.
Todo es posible si lo creamos en nuestro ser.
Llegará un momento en que todo lo que creíamos ficción e incomprensible, puede ser real.
Hoy, me doy la bienvenida al haber nacido de nuevo.
Un año de crecimiento personal y espiritual.
Un año de sorpresas y experiencias.
Un año para ayudar y saber que quiero seguir ayudando.
Un año donde Dios estuvo conmigo y me mostró un hermoso camino.
Hoy, estoy naciendo y el nacer es un acto de amor.
Hoy soy un niño que sabe que el amor existe porque por eso estoy vivo.
MARIANO SANTORO
jueves, 22 de diciembre de 2011
El mensaje que dejamos
El mensaje que dejamos no son las palabras que muchas veces pronunciamos, ya que nuestros estados anímicos se alteran y no siempre estamos igual.
Muchas veces nos dejamos llevar por los impulsos y salen palabras y hasta incluso gestos que no nos caracterizan y nos sorprenden.
Esa magia tan rara que es lo que nos transforma en quien no somos.
Situaciones que nos perjudican y antes de quedarnos callados, hablamos y decimos palabras que nos hacen arrepentir; pero no siempre por hacer daño, sino por defendernos.
Siempre aparece alguien que nos envidia o que nos perjudica y eso no nos pertenece, solo es un acto reflejo para no dejarnos usar.
Alrededor de cada uno hay gente que no nos es útil, que solo están para molestar y no es cuestión de ir pidiendo perdón o disculpas cuando lo único que hicimos fue ser nosotros mismos, sin máscaras, sin personajes; solo somos lo que somos aunque a muchos no les guste.
Tener amistades de relleno, no llenan y no ocupan un lugar, sino que molestan en ese lugar ya que puede haber personas que realmente nos valoren y sepan quién somos.
La adultez no pasa por la edad que tenemos sino por los actos y el modo de desenvolvernos en la vida.
Todos los días tenemos mensajes de la vida.
El destino nos habla en silencio y debemos hacer lo posible para comprender lo que nos dice.
Cuando estamos con alguien, los mensajes los recibimos a través del cuerpo; la sola presencia de tener a alguien delante y sentirnos cómodos, hace que nuestro cuerpo se exprese.
Todo lo que dice nuestro corazón cuando extrañamos a alguien; lo que decimos sin hablar y tan solo abrazando a un amigo; lo que dice el mirarnos a los ojos luego de una pelea sin sentido y al vernos, nos sonreímos y nos damos cuenta que nos estábamos perdiendo la gran oportunidad de ser amigos y dejar lo malo atrás.
No es necesario vivir con rencores, simplemente se sacan.
Si hubo discusiones, se enfrentan para darles soluciones; no para seguir sumando problemas.
Cuando nos encontremos en situaciones que nos pueden hacer mal, es necesario tener paciencia y no es fácil obtenerla.
Pero si durante un minuto pensamos en todo lo negativo que nos podría dejar, no haríamos lo que hacemos sin esta tranquilidad que trae la paciencia.
Ese estado de reflexión en el que si queremos progresar, todo lo que digamos o nos digan, nos hace involucionar; nos empuja hacia atraás, nos tira para atrás y tomar fuerza y arrancar otra vez, nos costará el doble.
Todo se logra con un buen diálogo; pero tiene que haber 2 lados, 2 partes, 2 personas y es inmenso lo que se puede conseguir; pero sin negociar, sin hacer canjes.
No somos un objeto que recibe golpes y nos quedamos callados; pero si es lo que recibimos, está muy bien defender nuestros principios.
Miremos hacia adelante teniendo en cuenta lo que hicimos en nuestro pasado, eso es experiencia, eso se llama vida.
Ojalá dejemos un hermoso mensaje, aunque del otro lado les cueste entenderlo, pero la vida, se encarga de hacer y hacernos reconocer por todo lo que damos y hacemos por el prójimo.
MARIANO SANTORO
Muchas veces nos dejamos llevar por los impulsos y salen palabras y hasta incluso gestos que no nos caracterizan y nos sorprenden.
Esa magia tan rara que es lo que nos transforma en quien no somos.
Situaciones que nos perjudican y antes de quedarnos callados, hablamos y decimos palabras que nos hacen arrepentir; pero no siempre por hacer daño, sino por defendernos.
Siempre aparece alguien que nos envidia o que nos perjudica y eso no nos pertenece, solo es un acto reflejo para no dejarnos usar.
Alrededor de cada uno hay gente que no nos es útil, que solo están para molestar y no es cuestión de ir pidiendo perdón o disculpas cuando lo único que hicimos fue ser nosotros mismos, sin máscaras, sin personajes; solo somos lo que somos aunque a muchos no les guste.
Tener amistades de relleno, no llenan y no ocupan un lugar, sino que molestan en ese lugar ya que puede haber personas que realmente nos valoren y sepan quién somos.
La adultez no pasa por la edad que tenemos sino por los actos y el modo de desenvolvernos en la vida.
Todos los días tenemos mensajes de la vida.
El destino nos habla en silencio y debemos hacer lo posible para comprender lo que nos dice.
Cuando estamos con alguien, los mensajes los recibimos a través del cuerpo; la sola presencia de tener a alguien delante y sentirnos cómodos, hace que nuestro cuerpo se exprese.
Todo lo que dice nuestro corazón cuando extrañamos a alguien; lo que decimos sin hablar y tan solo abrazando a un amigo; lo que dice el mirarnos a los ojos luego de una pelea sin sentido y al vernos, nos sonreímos y nos damos cuenta que nos estábamos perdiendo la gran oportunidad de ser amigos y dejar lo malo atrás.
No es necesario vivir con rencores, simplemente se sacan.
Si hubo discusiones, se enfrentan para darles soluciones; no para seguir sumando problemas.
Cuando nos encontremos en situaciones que nos pueden hacer mal, es necesario tener paciencia y no es fácil obtenerla.
Pero si durante un minuto pensamos en todo lo negativo que nos podría dejar, no haríamos lo que hacemos sin esta tranquilidad que trae la paciencia.
Ese estado de reflexión en el que si queremos progresar, todo lo que digamos o nos digan, nos hace involucionar; nos empuja hacia atraás, nos tira para atrás y tomar fuerza y arrancar otra vez, nos costará el doble.
Todo se logra con un buen diálogo; pero tiene que haber 2 lados, 2 partes, 2 personas y es inmenso lo que se puede conseguir; pero sin negociar, sin hacer canjes.
No somos un objeto que recibe golpes y nos quedamos callados; pero si es lo que recibimos, está muy bien defender nuestros principios.
Miremos hacia adelante teniendo en cuenta lo que hicimos en nuestro pasado, eso es experiencia, eso se llama vida.
Ojalá dejemos un hermoso mensaje, aunque del otro lado les cueste entenderlo, pero la vida, se encarga de hacer y hacernos reconocer por todo lo que damos y hacemos por el prójimo.
MARIANO SANTORO
lunes, 19 de diciembre de 2011
Dejate sorprender
Alguna vez y en algún lugar, comenzaste a mirar todo lo que te rodeaba.
Veías cosas increíbles que te hacían feliz.
Fuiste creciendo y observabas cada día más.
Comenzaste a experimentar muchas sensaciones y se sumaron las emociones.
Conociste lo que era el querer y sentirte querida.
Te enteraste que existía el amor y que a la vez, se podía ser feliz.
Empezaste a buscar por todos los sitios posibles y no fue una tarea fácil.
Viviste y alguna que otra vez, sufriste; pero tu mirada seguía mirando hacia adelante.
En tu ser interior, siempre sentiste que había algo más.
Hubo momentos en los que el afuera te hizo daño y no lo podías creer.
Sí, afuera de nuestro ser suceden muchas cosas, pero nuestras ganas genuinas de crecer como personas y en todos los niveles, te dieron la inteligencia de aislarte.
Tu camino ya estaba bien visible y sabías muy bien con quién querías caminarlo.
Y como la vida tiene muchos misterios, te cubriste con un velo para no ver lo que te lastimaba.
Tu esencia y tus ideales, seguían firmes; aunque los demás querían verte tambalear.
No les diste el gusto y en vez de caer, te fortaleciste.
Transformaste lo negativo en positivo y en energía sana.
Solo veías lo que tu corazón quería ver.
Te encontraste con la pureza de la naturaleza.
Le diste más importancia a los valores con los que te críaste y los pusiste en un lugar seguro.
Un día te enteraste que los árboles, las plantas y las flores, nacían de una semilla.
Esa misma semilla la hiciste propia y en tí, fue creciendo un ser único con deseos inmensos de crecer y superarte.
La bondad ya estaba brotando de tí.
Sembraste en vos y los que te rodeaban cosechaban momentos increíbles.
Dios siempre estuvo a tu lado y cuando lo supiste, te alegraste y te sentiste protegida; ya nadie más te haría mal; tenías la seguridad de que todo lo que hacías, era porque alguien te guiaba a hacerlo.
Invertiste en vos y saliste ganando; porque te ves bien; porque tenés proyectos, planes y muchos deseos de lograr la eterna felicidad.
Y lo vas a lograr, por tu perseverancia.
Porque sos amor y das amor.
Porque sos una bella persona y la vida te premia.
Por esto y por mucho más, dejate sorprender.
Tenés un inmenso universo delante de tus ojos.
Sacate ese velo y disfrutá.
Yo te voy a acompañar en ese camino.
MARIANO SANTORO
Veías cosas increíbles que te hacían feliz.
Fuiste creciendo y observabas cada día más.
Comenzaste a experimentar muchas sensaciones y se sumaron las emociones.
Conociste lo que era el querer y sentirte querida.
Te enteraste que existía el amor y que a la vez, se podía ser feliz.
Empezaste a buscar por todos los sitios posibles y no fue una tarea fácil.
Viviste y alguna que otra vez, sufriste; pero tu mirada seguía mirando hacia adelante.
En tu ser interior, siempre sentiste que había algo más.
Hubo momentos en los que el afuera te hizo daño y no lo podías creer.
Sí, afuera de nuestro ser suceden muchas cosas, pero nuestras ganas genuinas de crecer como personas y en todos los niveles, te dieron la inteligencia de aislarte.
Tu camino ya estaba bien visible y sabías muy bien con quién querías caminarlo.
Y como la vida tiene muchos misterios, te cubriste con un velo para no ver lo que te lastimaba.
Tu esencia y tus ideales, seguían firmes; aunque los demás querían verte tambalear.
No les diste el gusto y en vez de caer, te fortaleciste.
Transformaste lo negativo en positivo y en energía sana.
Solo veías lo que tu corazón quería ver.
Te encontraste con la pureza de la naturaleza.
Le diste más importancia a los valores con los que te críaste y los pusiste en un lugar seguro.
Un día te enteraste que los árboles, las plantas y las flores, nacían de una semilla.
Esa misma semilla la hiciste propia y en tí, fue creciendo un ser único con deseos inmensos de crecer y superarte.
La bondad ya estaba brotando de tí.
Sembraste en vos y los que te rodeaban cosechaban momentos increíbles.
Dios siempre estuvo a tu lado y cuando lo supiste, te alegraste y te sentiste protegida; ya nadie más te haría mal; tenías la seguridad de que todo lo que hacías, era porque alguien te guiaba a hacerlo.
Invertiste en vos y saliste ganando; porque te ves bien; porque tenés proyectos, planes y muchos deseos de lograr la eterna felicidad.
Y lo vas a lograr, por tu perseverancia.
Porque sos amor y das amor.
Porque sos una bella persona y la vida te premia.
Por esto y por mucho más, dejate sorprender.
Tenés un inmenso universo delante de tus ojos.
Sacate ese velo y disfrutá.
Yo te voy a acompañar en ese camino.
MARIANO SANTORO
lunes, 12 de diciembre de 2011
Mi corazón te habla
Hola:
Quizás mis palabras digan muchas cosas y todas a la vez te confundan.
Quizás mi aceleración no sea la velocidad en la cual estás acostumbrada.
Quizás mis actos sean los de una persona que quiere superarse cada día más a nivel humano.
Quizás ya se hayan perdido algunas costumbres.
Pero quiero que escuches a mi corazón.
Quizás tanto dolor te ha alejado de lo bueno.
Quizás ya ni siquiera recuerdes que existe lo positivo y que se puede estar mejor.
Quizás los ruidos cotidianos hayan tapado hasta tus propios latidos.
Quizás alguna vez y en algún momento, pienses en mí.
Y ese día quiero que escuches a mi corazón.
Quizás vivir, se trate mucho más que pasar los días.
Quizás sentir sea mucho más que un instante.
Quizás en el núcleo de lo que más duela, haya algo que te haga saber que es lo que más vas a querer.
Quizás en la más extrema dureza, encuentres tu propia fragilidad.
Por esto y por mucho más, quisiera que escuches a mi corazón.
Quizás pasen los meses y ni siquiera creas que siempre te van a querer.
Quizás quieras creer y la mentira es la única que te va a engañar.
Quizás te limites a pensar y no te permitas latir.
Quizás tu distancia sea la que más me acerca.
Mi corazón te habla y quisiera que lo escuches.
Quizás en algún momento, cuando la soledad se presente en tu puerta, pienses en mí.
Quizás estando acompañada y rodeada de muchas personas, pienses en mí.
Quizás en el más absoluto silencio, escuches tu voz interior.
Quizás te diga que hubo un antes y un después, luego de conocerte.
Ese es mi corazón que te está hablando.
Quizás estés agotada de tanto caminar sobre piedras, pero la relajación está cerca.
Quizás pasaste por varias guerras internas para poder encontrar tu paz mental.
Quizás creíste que serías una más en la vida de algunas personas; incluyéndome a mí.
Quizás todo pase por un plan maestro para valorar mucho más lo que tenemos y lo que nos falta.
Mi corazón te habla y quiere decirte que sos una persona maravillosa.
Y como sabés; por cada 2 latidos de mi corazón, uno es por vos.
MARIANO SANTORO
Quizás mis palabras digan muchas cosas y todas a la vez te confundan.
Quizás mi aceleración no sea la velocidad en la cual estás acostumbrada.
Quizás mis actos sean los de una persona que quiere superarse cada día más a nivel humano.
Quizás ya se hayan perdido algunas costumbres.
Pero quiero que escuches a mi corazón.
Quizás tanto dolor te ha alejado de lo bueno.
Quizás ya ni siquiera recuerdes que existe lo positivo y que se puede estar mejor.
Quizás los ruidos cotidianos hayan tapado hasta tus propios latidos.
Quizás alguna vez y en algún momento, pienses en mí.
Y ese día quiero que escuches a mi corazón.
Quizás vivir, se trate mucho más que pasar los días.
Quizás sentir sea mucho más que un instante.
Quizás en el núcleo de lo que más duela, haya algo que te haga saber que es lo que más vas a querer.
Quizás en la más extrema dureza, encuentres tu propia fragilidad.
Por esto y por mucho más, quisiera que escuches a mi corazón.
Quizás pasen los meses y ni siquiera creas que siempre te van a querer.
Quizás quieras creer y la mentira es la única que te va a engañar.
Quizás te limites a pensar y no te permitas latir.
Quizás tu distancia sea la que más me acerca.
Mi corazón te habla y quisiera que lo escuches.
Quizás en algún momento, cuando la soledad se presente en tu puerta, pienses en mí.
Quizás estando acompañada y rodeada de muchas personas, pienses en mí.
Quizás en el más absoluto silencio, escuches tu voz interior.
Quizás te diga que hubo un antes y un después, luego de conocerte.
Ese es mi corazón que te está hablando.
Quizás estés agotada de tanto caminar sobre piedras, pero la relajación está cerca.
Quizás pasaste por varias guerras internas para poder encontrar tu paz mental.
Quizás creíste que serías una más en la vida de algunas personas; incluyéndome a mí.
Quizás todo pase por un plan maestro para valorar mucho más lo que tenemos y lo que nos falta.
Mi corazón te habla y quiere decirte que sos una persona maravillosa.
Y como sabés; por cada 2 latidos de mi corazón, uno es por vos.
MARIANO SANTORO
jueves, 8 de diciembre de 2011
Enamorado del amor
Si alguna vez nos sucede que algunos recuerdos se presentan en nuestra vida, incluso en nuestros sueños, significa que hemos pasado bellos momentos.
No es necesaria la cantidad, sino la calidad y la entrega que se ha dado.
En el amor hay varias maneras de demostrar lo que uno siente.
Y recordar, es una de las más bellas.
Que uno no esté al lado de esa persona es solo un detalle.
Obvio que es importante, ya que si importó, hubiese sido maravilloso seguir camino juntos.
Pero la vida sabe de tiempos personales y de superaciones emocionales.
En cada día que vivimos hay amor y hay situaciones que nos remontan a pequeños momentos de felicidad.
Días o noches en que estuvimos con alguien y hoy, en cualquier momento del día o de la noche, están en nuestra mente.
Una canción, una fecha, una carta, un sueño, un hermoso sentimiento de amor.
Todo lo que hace el amor, es manifestarse de diferentes maneras.
En algún instante que nuestra vida se sienta perdida; algo nos llevará a recuperar el camino.
Una imagen será importante para que sigamos caminando, para que sigamos intentando hacer real cada sueño.
Si la alegría se mezcla con la sorpresa es porque un mensaje especial hay para nosotros.
Y sin dejar lo cotidiano, debemos darle importancia, ya que todo tiene un plan maestro.
Cada día somos amor; respiramos amor y tratamos de dar lo mejor de nosotros.
Nos involucramos afectivamente con personas que se cruzan en nuestro camino y seguimos dando amor.
La mayor satisfacción humana es sentirse correspondido en ese bello dar que es el amor y no siempre sucede.
Lo que nos haga bien, lo seguiremos sumando a nosotros; para crecer espiritualmente y sentirnos mejores personas.
Este gran romance que tenemos con la vida, donde amamos lo que hacemos.
Este romance que nos permite crear y creer que todo es posible.
En la igualdad se suma y en la división se resta.
Sumemos amor para acostumbrarnos a seguir dando lo mejor de nosotros.
Amor, es amarte a la distancia.
Es quererte ver.
Es extrañar tus besos y abrazos.
Es sentir lo que siento a tu lado.
Es permitirme ser yo mismo.
Es soñarte y encontrarte en cada sueño.
Es pensarte y saber que estás en mi ser.
Es saber que un lugar en mi corazón te pertenece.
Es mirar cuando cierro los ojos.
Es hacer locuras y divertirnos juntos.
Eso es estar enamorado!
Si alguna vez sentís que te falta algo, estaré.
Si alguna vez tenés miedo, te haré saber que tenés mi confianza por siempre.
Una canción te quitará la respiración, pero yo te daré amor para que vuelvas a vivir.
MARIANO SANTORO
No es necesaria la cantidad, sino la calidad y la entrega que se ha dado.
En el amor hay varias maneras de demostrar lo que uno siente.
Y recordar, es una de las más bellas.
Que uno no esté al lado de esa persona es solo un detalle.
Obvio que es importante, ya que si importó, hubiese sido maravilloso seguir camino juntos.
Pero la vida sabe de tiempos personales y de superaciones emocionales.
En cada día que vivimos hay amor y hay situaciones que nos remontan a pequeños momentos de felicidad.
Días o noches en que estuvimos con alguien y hoy, en cualquier momento del día o de la noche, están en nuestra mente.
Una canción, una fecha, una carta, un sueño, un hermoso sentimiento de amor.
Todo lo que hace el amor, es manifestarse de diferentes maneras.
En algún instante que nuestra vida se sienta perdida; algo nos llevará a recuperar el camino.
Una imagen será importante para que sigamos caminando, para que sigamos intentando hacer real cada sueño.
Si la alegría se mezcla con la sorpresa es porque un mensaje especial hay para nosotros.
Y sin dejar lo cotidiano, debemos darle importancia, ya que todo tiene un plan maestro.
Cada día somos amor; respiramos amor y tratamos de dar lo mejor de nosotros.
Nos involucramos afectivamente con personas que se cruzan en nuestro camino y seguimos dando amor.
La mayor satisfacción humana es sentirse correspondido en ese bello dar que es el amor y no siempre sucede.
Lo que nos haga bien, lo seguiremos sumando a nosotros; para crecer espiritualmente y sentirnos mejores personas.
Este gran romance que tenemos con la vida, donde amamos lo que hacemos.
Este romance que nos permite crear y creer que todo es posible.
En la igualdad se suma y en la división se resta.
Sumemos amor para acostumbrarnos a seguir dando lo mejor de nosotros.
Amor, es amarte a la distancia.
Es quererte ver.
Es extrañar tus besos y abrazos.
Es sentir lo que siento a tu lado.
Es permitirme ser yo mismo.
Es soñarte y encontrarte en cada sueño.
Es pensarte y saber que estás en mi ser.
Es saber que un lugar en mi corazón te pertenece.
Es mirar cuando cierro los ojos.
Es hacer locuras y divertirnos juntos.
Eso es estar enamorado!
Si alguna vez sentís que te falta algo, estaré.
Si alguna vez tenés miedo, te haré saber que tenés mi confianza por siempre.
Una canción te quitará la respiración, pero yo te daré amor para que vuelvas a vivir.
MARIANO SANTORO
sábado, 3 de diciembre de 2011
Aprender para enseñar
Cuando nací, me crié en un barrio llamado Valores.
Todo el día me la pasaba rodeado de Confianza, de Respeto, de Responsabilidad.
Caminé calles empedradas que me enseñaron a que no todo en la vida es tan simple.
Pero las huellas de mi crianza, ya eran un tatuaje en mi ser.
Seguí haciéndome de amistades; de la Fidelidad, de la Alegría y de la Sonrisa.
En ese trayecto, me vi crecer y aprendí mirando.
Un gran espectador de todo lo que sucedía a mi alrededor.
Oía lo que la gente decía.
Mi vida pasaba por altibajos y la Soledad era la que me escuchaba.
He pensado mucho más de lo que he hecho.
Analista nato; pensador extremo.
Me habían comentado que uno de los mejores amigos que uno pueda tener era el Sentimiento.
Lo conocí a una muy temprana edad y me ha enseñado mucho y aún hoy, lo sigue haciendo.
Ya es parte de mí.
Mis ojos han sido testigo de momentos inolvidables en los que he sido un buen alumno.
Todos los días somos alumnos, maestros y a la vez directores.
Jamás dejaremos de ser estudiantes, porque cada día tiene sus sorpresas y sus maravillas para poder creer que siempre hay algo mejor.
Las pruebas que nos tomarán sirven para saber si siendo alumnos aprendimos y si tuvimos tiempo de hacer la tarea, que es el vivir de la mejor manera y no dejarla pasar sin hacer nada.
El estancamiento no te deja avanzar.
Con cada ser que se nos cruza en la vida aprendemos y será siempre así.
Cada amor que tenemos es como un cuaderno nuevo y tratamos de dejar lo mejor y hacer buena letra.
Podríamos borrar lo que escribimos alguna vez y hasta podríamos romper alguna hoja, pero ese cuaderno es nuestra vida y no debemos permitir equivocarnos.
Tengamos paciencia y miremos todo lo que nos sucede desde otra perspectiva.
Aprendamos a ser mejores personas para poder enseñar nuestros nobles actos en todo lo que hacemos.
Aprendamos a amar de manera incondicional, para enseñar que la felicidad está en dar sin esperar a cambio.
Aprendamos a enseñar y enseñemos que haciendo el bien, una enorme sensación de paz nos llena el alma.
MARIANO SANTORO
Todo el día me la pasaba rodeado de Confianza, de Respeto, de Responsabilidad.
Caminé calles empedradas que me enseñaron a que no todo en la vida es tan simple.
Pero las huellas de mi crianza, ya eran un tatuaje en mi ser.
Seguí haciéndome de amistades; de la Fidelidad, de la Alegría y de la Sonrisa.
En ese trayecto, me vi crecer y aprendí mirando.
Un gran espectador de todo lo que sucedía a mi alrededor.
Oía lo que la gente decía.
Mi vida pasaba por altibajos y la Soledad era la que me escuchaba.
He pensado mucho más de lo que he hecho.
Analista nato; pensador extremo.
Me habían comentado que uno de los mejores amigos que uno pueda tener era el Sentimiento.
Lo conocí a una muy temprana edad y me ha enseñado mucho y aún hoy, lo sigue haciendo.
Ya es parte de mí.
Mis ojos han sido testigo de momentos inolvidables en los que he sido un buen alumno.
Todos los días somos alumnos, maestros y a la vez directores.
Jamás dejaremos de ser estudiantes, porque cada día tiene sus sorpresas y sus maravillas para poder creer que siempre hay algo mejor.
Las pruebas que nos tomarán sirven para saber si siendo alumnos aprendimos y si tuvimos tiempo de hacer la tarea, que es el vivir de la mejor manera y no dejarla pasar sin hacer nada.
El estancamiento no te deja avanzar.
Con cada ser que se nos cruza en la vida aprendemos y será siempre así.
Cada amor que tenemos es como un cuaderno nuevo y tratamos de dejar lo mejor y hacer buena letra.
Podríamos borrar lo que escribimos alguna vez y hasta podríamos romper alguna hoja, pero ese cuaderno es nuestra vida y no debemos permitir equivocarnos.
Tengamos paciencia y miremos todo lo que nos sucede desde otra perspectiva.
Aprendamos a ser mejores personas para poder enseñar nuestros nobles actos en todo lo que hacemos.
Aprendamos a amar de manera incondicional, para enseñar que la felicidad está en dar sin esperar a cambio.
Aprendamos a enseñar y enseñemos que haciendo el bien, una enorme sensación de paz nos llena el alma.
MARIANO SANTORO
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