jueves, 8 de noviembre de 2012

Dos caminos, una vida

Una persona no solo se separa de otra, sino que se separa de diferentes situaciones.
A medida que queremos abandonar algunas costumbres que nos hacen daño, queremos alejarnos.
Deseamos crecer en todos los niveles y queremos más para nosotros, porque sentimos que realmente lo necesitamos.
Cuando la noche toma control de nuestro ser y aparece la soledad, es cuando más nos cuesta enfrentar a la realidad.
Solemos distraernos, pero no nos enseñaron a buscar dentro de nosotros.
Ese gran misterio de descubrir qué hay en nuestro ser y quién vive en realidad en nuestro cuerpo.
Hasta hay veces en las que nos sentimos intrusos de nuestro propio cuerpo.
Como que estamos viviendo en un lugar equivocado.
Y cuando vamos llegando a saber más de nosotros, a ver las maravillas que habitan este envase que le damos uso y abuso, sentimos unas inmensas ganas de un cambio.
Sabemos que de seguir así, con vidas sin rumbo, no llegaremos a ningún sitio.
Y un día nos separamos; de personas, de trabajos, de situaciones.
Y un día te encontrás parado frente a opciones.
Pero creciste y aprendiste que no todo conduce hacia el lugar que deseás.
Recordá que la rapidez, no te lleva a buen destino.
Y cuando te ves dudando, frenate unos instantes; respirá y seguí a tu corazón.
Que cada latido sea tu GPS para que logres avanzar en todos los aspectos de la vida.
Un camino puede dividirse y uno de ellos puede ser un atajo y el otro, una perdición.
Pero no te quedes con la visión externa de las cosas; sino que tu interior sabrá guiarte.
Entre dos caminos visibles, siempre hay algo más.
Un árbol lleno de vida que crece de manera saludable puede ser tu salvación.
Porque los caminos te llevan por tierra y un árbol, crece hacia tus ideales, hacia tus metas y a tu cielo.
Ese mismo cielo que al verlo, tu interior se limpia de todo lo negativo que pueda suceder.
Haz que crezca en ti las mejores ramas para abrazarte a la vida.
Y que cada hoja, sea un hermoso recuerdo de todo lo vivido hasta hoy!
Crecé, porque un día es una vida y tu vida, tiene mucho valor.
Amate y recibirás la mejor recompensa, que es la de encontrar el único camino que te lleva a la felicidad.

MARIANO SANTORO