martes, 15 de abril de 2014

Imagina y haz realidad tu paz

Durante los sueños, vamos forjando ideas que luego podemos recordar y algunas, las vamos imaginando y dándole la forma deseada.
Le sumamos cositas, hacemos más aportes para acrecentar eso que es parte de nuestra imaginación y nos motiva a continuar ese viaje.
La maravilla de imaginar situaciones que luego, según nuestras ganas, fe, voluntad y amor, probablemente podamos hacerlas realidad.
Nos transporta y logramos hacer el viaje e ir sintiendo como nuestro cuerpo se va modificando y recibiendo una sensación especial.
Y el corazón siente paz y desde su núcleo, va recorriendo todo nuestro ser para alimentar lo que somos y lo que queremos llegar a ser.
Imagina y haz realidad tu paz.
Porque no es solamente un consejo o unas lindas palabras que juntas, dicen algo más.
Es posible y todo lo que sea posible, es bueno tenerlo en nuestra vida.
Lo que nos haga crecer, lo que nos permita ser mejores.
Y una luz muy fuerte, la misma que nació con nosotros y hoy, queremos aumentar su potencia, porque hay mucho por iluminar.
No hay mayor invento que los sentimientos puros que salen del alma y el corazón.
Visualizar lo que sentimos y expresarlos, darle un mayor sentido.
Y esa luz saldrá de nosotros, porque esa es su misión.
Recibiremos una sobredosis de energía cuando la liberemos, porque al dar, llega más de lo mismo, de lo bueno que somos capaces de ofrecer.
Y lo que nos rodea, es mucho más grande que un planeta, es el poder de la divinidad, que no tiene un lugar físico, pero a la vez, vive en nosotros.
Ocupa todos los espacios posibles, porque la posibilidad es la que le damos nosotros, la de abrirle las puertas del corazón.
Alojar ese poder sanador, nos libera y la luz crece, titila y brilla para llegar hacia todos los sitios y a todas las personas.
Imaginar un mundo mejor.
Hacer que nuestra vida sea mejor.
Realizar actividades que nos mejoren como personas.
Y sentir la inmensa paz que sólo nos la da el hecho de haber cumplido con nuestra tarea.
La de ser felices haciendo lo que amamos.
MARIANO SANTORO