jueves, 24 de julio de 2014

Blanca pureza, rojo amor

Blanca pureza, rojo amor.
Un mundo de belleza y lleno de color.
Una mujer vestida de ilusiones y un hombre pleno de sensaciones.
Blanca es la naturaleza que es a la vez dulzura.
Toda belleza, toda ternura.
El rojo piensa, sueña y persevera queriendo hacer realidad, cada uno de sus pensamientos.
Pétalos que comienzan a abrirse cuando sienten la comodidad de un corazón listo para dar y recibir.
La suavidad de cada acto es lo que marca la pasión.
Los cómplices secretos que mejor se guardan, son los que se dicen con la mirada del amor.
Y en la finitud de la vida humana es cuando le damos más valor a la esencia.
Somos mucho más que un cuerpo.
Y a ese mismo cuerpo, lo llenamos de hermosura mientras transitamos este camino.
Y es en este destino, cuando más nos emocionamos por transitar acompañados.
Testigos de sentir, porque no hay culpa por vivir.
Expresando cariño porque al hacerlo, no dejamos de ser nosotros mismos.
Creer es saber esperar con fe.
Vivir, es entender el poder del amor.
Amar, es comprender que otro ser nos puede hacer más felices de lo que somos.
Compartir, es la sabiduría del que tiene calidad para ofrecer.
Blanca pureza, rojo amor es haber aprendido alejarnos de la tristeza y el dolor.
Es estar aquí escribiendo la historia más importante de nuestra existencia.

MARIANO SANTORO