La experiencia se hace transitando la vida y nos permite el autoconocimiento a través del viaje.
Llegar a conocernos, permitirá que las personas que se nos acerquen, tengan un interés especial, que es el de brindarles seguridad y confianza.
En esa conexión que surge a partir del respeto, es el comienzo de muchos logros.
Llegar al día en que tenemos que decidir, nos enfrenta a la situación de evaluar todo lo que está a la vista y principalmente, por nuestra intuición y percepción de ver más allá.
La mejor decisión que podemos tener en una elección, es elegirnos a nosotros mismos.
Y no se trata de soberbia ni de egos por cumplir, sino por priorizarnos para poder alimentar nuestro ser y poder ofrecer mucho más a quienes nos rodean.
Elijo quererme, porque mis emociones me pertenecen y al tener control sobre las mismas, me sano.
Elijo ayudar a quien solicite mi presencia, porque valora lo que he hecho en la vida y de haber estado en momentos claves.
Elijo abrazar, porque en ese acto, es cuando las palabras pasan a un segundo plano y el lenguaje se transforma en piel.
Elijo reflexionar antes de hacer algo por impulso, porque además de dañar a otro, la cicatriz me queda a mí.
Elijo actuar, porque la vida es un gran show en el que cada día es una nueva función.
Elijo reír, porque el humor vive en mí, es contagioso y soy transparente.
Elijo darme la oportunidad de crecer y perfeccionarme en lo que hago, por satisfacción personal y ver que el camino ha tenido un buen sentido.
Elijo ser paciente porque la esperanza está ahí, tan cerca que mi visión interna ya la siente.
Elijo observar a mi alrededor, porque no soy un hombre de isla y solitario, sino que hay mucho para dar y quiero seguir sin fallarme.
Elijo sentir, porque el corazón me lo pide desde el primer instante de haber nacido.
Elijo amanecer, porque luego de un día complicado, siempre hay una luz y más, si la potencio con la de mi interior.
Elijo encontrar, porque las buenas cosas de la vida están a nuestro alcance si perseveramos.
Elijo hablarte y decirte que un día, fuera de mis sueños, me gustaría que me elijas.
MARIANO SANTORO