Uno de los mayores retos para un soñador, es hacer que eso que está en su mente, se haga realidad.
Personalmente, sé que los sueños del corazón se cumplen.
Alejándonos por instantes del cerebro mental, sin llegar a ser una canción animal, pero es poesía.
Lo racional le deja paso a lo emocional y sale a la luz la melodía.
Lo que transmitís es mucho más de lo que decís.
Lo primitivo muta a lo primordial y los valores, son mucho más que ponerle precio.
No se trata de monedas, aunque la realidad suele tener 2 caras; la mentira de la gente y la verdad del amor.
La inocencia es la ciencia de la niñez y bienvenida tu niña interna, porque fluye desde la esencia verdadera y protegida.
Y sí, sos una elegida, porque no todos han nacido para brillar.
Tus huellas hechas texto, son el momento perfecto para reencontrarnos con lo que somos y lo que deseamos ser.
Verte, mirarte, observar más allá de lo físico.
Tu mirada habla y dice mucho; es parte del lenguaje de los que se dejan guiar por su corazón.
Un viaje que no tiene un sólo destino, porque la misión es crecer y aventurarnos.
El pasaporte, sólo es amar, para volver a encontrarnos.
Me quedo con ese abrazo natural, que salió del alma.
La magia de lo que sorprende y el cuerpo es el que siente que no hay encuentros casuales.
La causalidad hace milagros y son logros, son estados de ánimo.
La alegría, se ha potenciado, porque el horizonte pone por delante, lo que antes, no nos atrevimos a creer.
Y hoy es realidad, porque si la vida se trata de sanar; ahí es cuando aparece el ser.
MARIANO SANTORO