Sumar para multiplicar.
Rodearnos de personas positivas y que tienen misiones en sus vidas.
No es necesario compartir la misión, porque la meta es personal y única.
Juntarnos con personas que hayan aprendido a valorar cada instante y guardar sólo recuerdos bellos.
La hermosura de la existencia, nos permite elegir y es por eso que opto por la suma de gente linda, para seguir embelleciendo mi propia vida.
Cada persona tiene su mundo, lo hace, lo crea y vive en él.
Cada uno conoce los caminos que ha transitado y los obstáculos que ha sabido superar.
Y esa superación es transformadora y enriquecedora.
Cuando nos focalizamos en que lo mejor está por venir, mientras sepamos disfrutar del presente; ahí ya tenemos un buen tramo del camino, ganado.
La ganancia de animarnos a ser mejores personas siendo sociales.
De permitirnos escucharnos para poder escuchar al otro.
De imaginarnos un destino más saludable si dejamos los egos y nos alejamos del rencor.
De abrazarnos a nuestros más íntimos deseos porque el corazón se encargará de hacerlos realidad.
De potenciar la voluntad, ejercitando los valores humanos.
Sumar para multiplicar, siendo parte de la hermosa matemática de la vida.
Aprendiendo a querernos sin la necesidad de depender.
Estando atentos, porque el amor de otra persona, llega cuando estamos realmente preparados.
La mejor manera de estar con otros, es aprendiendo a saber convivir con nosotros mismos.
Y juntos, poder edificar no sólo una pareja, sino el maravilloso mundo que vivimos y somos parte, porque para completarlo, debemos unirnos.
MARIANO SANTORO