Llama del amor.
Llama que no quema, sino que calienta mucho más que los cuerpos.
La unión de 2 seres que juntos, acrecentan la pasión de la humanidad.
Pasión que se va forjando mientras se van acercando y dejan atrás lo que de por sí, se va desvaneciendo.
Las experiencias que no supieron edificarse, se van derritiendo.
Y el humo se expande hasta dejarlos limpios.
Llamada del amor, porque ha llegado el momento de responder.
Las voces interiores han sabido susurrarnos en cada vivencia.
Y esas voces hoy saben comunicarse de una manera más espiritual.
Frías historias parte de un pasado que congeló sueños.
Cuerpos hechos muros, por intentar proteger lo exterior descuidando lo más preciado.
Y una nueva oportunidad llega, porque es el llamado que sana, que cura heridas.
Destruir para construir.
Rehacer desde otro lugar y con otra mentalidad.
Cuando nos juntamos por la atracción física, es el comienzo de una fundición particular.
Lo que fue plural, se hace unidad para volver a crecer.
La llama del amor multiplica desde los sentimientos.
El cuerpo siente lo que el alma le dice y se deja fluir.
Soltando lo que hace peso, dejamos más espacio para la verdadera pureza del calor del amor.
MARIANO SANTORO