La realidad puede llegar a ser una situación mágica.
Todo nace desde la imaginación y va tomando forma y color.
Vamos pintando de a poco y controlando la ansiedad, ese sueño que una noche apareció en nuestra mente.
Un juego de niños que se disfruta en la adultez.
Y no se trata de azar, si hablamos de cumplir sueños y deseos.
La perseverancia le da la magnitud adecuada.
La calidad, se basa en el nivel de importancia que le damos a cada sueño.
Llegar a ser el protagonista en la novela que nosotros mismos escribimos, sólo pertenece a los que tenemos la actitud de crear hermosas situaciones.
El verdadero realismo, no pasa por la visión, sino que es el corazón el principal director de nuestra vida y lo que sucede.
Vamos creciendo superponiendo ideas sobre anhelos y sueños.
Y se hace parte de la existencia, cuando el alma nos habla y susurra el camino a seguir.
Permanece lo que se hace carne.
La alucinación se hace efectiva, saliendo de la ficción para quedarse en nuestro presente.
La autenticidad se la brinda todo nuestro ser, porque el deseo ya es piel.
Y el destino que siempre está latente, como nuestro corazón, abre sus puertas.
La actualidad se presenta ante nosotros, para hacer realidad todo lo que estaba en los sanos pensamientos.
Fantasías de niños que hoy son un todo en la cosecha de la vida.
Buenas metáforas sembramos y hoy se transformaron en verdad.
Y agradecer al cielo, es seguir abriendo oportunidades de amor.
MARIANO SANTORO
