martes, 27 de noviembre de 2018

Fortaleza

Sabemos que la vida no viene con manual, pero vos, bien has aprendido a hacer tus propios reglamentos.
Intensos momentos en los que te sentiste en una montaña Rusa.
Y las emociones se fueron mezclando y confundieron lo que sentías.
Recibiste golpes de toda clase y descargaste lágrimas en cada rincón que conociste.
Hasta te costaba darte una vuelta por tus recuerdos, porque creías que te haría mal.
El daño se presentó y te costó bastante, poder hacerlo a un lado.
Y el corazón, sí, ese gran reloj existencial, latía con timidez.
Todo se había tornado descendente y te sentiste oxidada en todos los aspectos.
Cerraste las puertas emocionales y creaste tu propia cárcel.
Te inventaste espacios temporales para comunicarte con tu esencia.
Y entre tantos gritos, escuchaste el susurro de tu ser.
La pequeña voz que supo guiarte, estuvo siempre en vos.
Y en esa charla, se sembró la fe que te traería a este presente.
Duro, complicado, pero con algo en tu interior que ya veía sus frutos.
La alegría se convirtió en tu fiel amiga.
Y lograste volver a mirar a las personas a los ojos sin temores.
Floreció en vos, la verdadera persona que tanto anhelaste.
El destino hizo sus jugadas y te viste firme, con tu nuevo horizonte.
Porque más allá de las adversidades, recuperaste tu fortaleza.
MARIANO SANTORO