Tantas veces en las que sólo conseguiste un mísero "Seguí participando".
Todas tus amistades, comenzaban a escribir sus propias historias y vos, te sentías una extra en una película ajena.
Tu estima, empezó a elevarse cuando alguien puso sus ojos en vos.
Dudaste al sentirte observada, pero había una buena intención detrás de ese acto.
Interiormente, no creías que lo merecías.
Pero los pensamientos, no son dueños de lo que somos.
En tu rostro, la sonrisa llegaba para quedarse.
La satisfacción de comprender que eras parte de una gran oportunidad.
Tus valores, multiplicaron tus virtudes.
El no haberte rendido, permite que la victoria hoy sea tu amiga.
Y la distinción llega cuando tus sentimientos se expanden.
La sabia naturaleza te recompensa y es el amor, que toma control de tu vida.
Tu honradez y sinceridad, abren las puertas de los desafíos en los que hoy, tendrás tus propios galardones.
Estás en todo tu derecho de celebrar, porque el merecimiento, siempre estuvo en vos.
Levantas tus brazos de alegría y aparece el mayor premio que puedas tener.
La confianza en vos, se edifica sobre la perseverancia.
Premiate a vos misma, porque en toda competencia que llegue, vas a ganar.
Premiate, mimate, sentite querida, porque sos una persona muy especial.
Premiate, porque Dios es tu mayor compañía y en todo lo que hagas, estará a tu lado.
MARIANO SANTORO
