Los espacios mentales ya han tomado vuelo.
El curso que decidan, estará regido por el corazón.
Muchas hojas repletas de anotaciones, planificando estrategias y también diversión.
Vivir, no necesita un manual, pero sí, el hecho de disfrutar de lo máximo que se pueda.
Y tener una guía de hacia dónde queremos ir, es el mejor comienzo.
Las travesuras infantiles hoy quieren ser parte de la travesía.
La adolescente timidez hoy se anima a dar pasos seguros.
Los sueños de la juventud hoy están plasmados de manera firme, en nuestra mente.
Y el cuerpo siente la profunda necesidad de volar.
El vuelo, será agradable si viajamos ligeros de peso.
Ya no es necesario cargar con mochilas del pasado.
El futuro nos espera con deseos genuinos.
El presente tiene el pasaporte listo, sellado con el corazón.
Y volveremos a jugar y haremos lo que se nos ocurra.
El gran poder de la libertad y de no tener que rendir cuentas a nadie.
No se trata de soledad, sino de hacer algo con la mejor compañía.
Todo puede mejorar si estamos rodeados de personas que también se permitan volar alto.
Liberarnos y reír, soñar despiertos y abrazarnos a la vida.
Y estaremos protegidos por el cielo divino que nos iluminará el destino.
MARIANO SANTORO