Sangre, que circula por las venas.
La que se hereda, la que recuerda.
La que transmite valores y virtudes.
La que hace hombre al niño y a su vez, lo hace más adulto.
La que viaja por los recuerdos a la mesa familiar.
La de los festejos porque siempre hay un motivo para celebrar.
La que reúne y se extraña.
La que acaricia el alma.
Sangre que es parte de la vida.
La que alegra con respeto.
La que supera con esfuerzo.
La que persevera con fe.
La que se anima a sembrar y creer.
La que permite y fluye.
La que construye y ama.
La que siente y moviliza.
Sangre que vive en el corazón.
La que a través de una canción, llega y saluda.
La que da su presente y agradece a Dios.
MARIANO SANTORO