La lluvia se fusiona con las emociones y comienza el diálogo interno.
Una fuerza interior que gracias a las buenas raíces, hoy está de pie.
Imágenes que aparecen para dialogar y mensajes divinos que dan paz.
Sonidos que toman poder y flotan en el ambiente.
Ojos que se conectan y se sorprenden ante una foto.
Miradas que confirman que la presencia, tiene su valor en esencia.
Abrazos dados a tiempo.
Recuerdos que nacen para hacerse eternos.
Sanar heridas también es parte de la vida.
Amar el viaje y darle sentido.
Números mágicos que hablan y son parte del azar.
Trilogía espiritual sellada en la unidad.
Olas que acarician los pies que hicieron caminos.
Retratos de instantes que llegan para quedarse.
Oportunidades que nos regala el destino.
Alma tranquila que ya comienza su vuelo.
Mar de energía que por siempre vivirá en mí.
Él, ha sabido dejar buenas anécdotas e historias de vida.
Noches Porteñas que llevan las huellas de su corazón.
MARIANO SANTORO