miércoles, 29 de abril de 2020

Las páginas por escribir

Muchos hemos leído libros en nuestra vida.
Viajamos a través de los textos, para llenarnos de fantasías e ilusiones.
Nos tocó vivir episodios fuertes, para fortalecer la fe.
Vimos capítulos incompletos y nos animamos a rellenarlos con nuestras ideas.
Cada día, nos enfrentamos a una hoja en blanco.
Y en cada segundo, escribimos lo que nos pasa.
Dándole importancia a lo que se siente, a los que nos deja algo en el cuerpo.
Los libros son portales que nos trasladan a historias que queremos vivir.
Y nuestra tarea es permitirnos ser protagonistas.
Contar lo que el personaje vive, sin dejar de ser persona.
Darle color y sentido a su actuación, a sus movimientos y gestos.
Y las palabras que dice, tienen que ser sabias, para que sean mejor recordadas.
El bello don divino que nos guía ante lo blanco de una hoja.
La paciencia, que nos ayuda a ser calmos y disfrutar de cada momento.
Y los que nos rodean, esas hermosas personas unidas por la sangre, son las que le dan brillo a nuestra vida.
Siempre hay algo más por decir y por hacer; por accionar y por amar.
El viaje se hace agradable cuando las anécdotas nos entretienen, porque el actor principal, lo vivió en carne propia.
Miro a mi alrededor y en todos lados está su imagen, su luz, su esencia.
Y le hablo a Dios, para que el libro aún tenga espacio de nuevas y buenas escrituras.
MARIANO SANTORO