miércoles, 15 de abril de 2020

Café con vos

La tarde daba paso a la oscuridad y un llamado para confirmar, se transformó en una charla profunda.
La película de ficción, tendría que esperar unos días para hacerse realidad.
El estado gripal, me impedía salir y ahí fue cuando la cita, mutó a algo más personal.
Una especie de enfermera particular, dio el presente en mi hogar, para ayudarme con las necesidades básicas.
Y surgió una buena comunicación.
Las palabras susurraban y la piel, pidió más.
Nos alimentamos con pasión.
Y en esa unión, quedó grabada como un tatuaje, esa bella persona que estaba ahí, en el momento que tenía que ser.
La noche fue demasiado agradable, cosa que casi ni me acordaba de lo que era vivir eso.
Experimentar conectar y comenzar a edificar.
La velocidad de las emociones, querían ir mucho más rápido de lo que la normalidad pedía.
Las horas se hicieron alegres y los cuerpos se abrazaron hasta amanecer abrazados.
Y nos encontró el desayuno.
La informalidad de una potencial pareja, que disfrutaba de la situación.
Y la mente voló y el corazón latió más de lo habitual.
Las circunstancias cambian y sorprenden.
Y todo tiene un aprendizaje, aunque el cuerpo hoy esté a la distancia.
Y mi mayor deseo, sería compartir un momento dulce.
Un café con vos.
MARIANO SANTORO