sábado, 26 de septiembre de 2020

Sanando

 

Aquí estoy, sanando, porque aprendí a desatarme de lo que me estaba agotando. 

Aprendí a aferrarme a lo que realmente deseo y me hace bien.

Lo demás, sólo son sogas que hacen daño.

Mi manos han tomado fuerza, luego de contener caricias.

Quise abrazar a cuerpos invisibles, hasta que comprendí que la realidad es más interesante que vivir en sueños ajenos.

Valorarme para darle mejor sentido a mi existencia.

Enroscar mis brazos en quien quiero y entregarme en esencia.

De tanto dar vueltas, giraba en un laberinto.

Pero siempre hice mis pequeños aportes.

Semillitas de autoestima que hoy ven sus frutos.

Hoy veo lo que me ataba y me felicito por haberme sacado los velos de la visión.

Ya se habían transformado en yeso.

Y toda esa dureza de impotencia ante lo que recibía y me dolía, sirvió para comenzar a quebrar prejuicios y mandatos.

Las manos que quiero agarrar, son las de alguien que sepa brindar las suyas para ayudar y amar.

Sí, estoy sanando, porque todo lleva un proceso y hay que ser paciente.

Mi corazón latiente, quiere y anhela dar lo mejor.

Las melodías surgen desde algún pasado inocente.

Y algunas canciones toman más valor en este presente.

Estoy sanando, porque principalmente, me estoy amando.

MARIANO SANTORO