Tu visión se ha despejado y comenzaste a ver tu propio cielo.
Las estrellas, son tus guías que están eternamente.
El sol, que acompaña tu brillo interior y te abriga.
Las caricias del viento, son las que te refrescan y renuevan los pensamientos.
Verte es sentirte mejor.
Tu ventana, es todo lo que observa tu ser.
Y el marco, es la decoración ideal que sale de tu arte, de tu creatividad.
Manos que han sabido trabajar de diferentes maneras y aún, encontraban tiempo para ayudar al prójimo.
Extender las manos y abrazarte a todas tus pasiones.
La energía divina se hace presente y es cuando más disfrutás de tu aquí y ahora.
Diseñando cada día, con tu sabiduría.
Colores que salen de la paleta del amor que aprendiste a tenerte.
Reflejos de historias que han quedado y siempre, rescatando lo positivo.
Esperanzas que son parte de las andanzas que te lleve el destino.
Caminos desconocidos, pero sin el temor de vivirlos.
El tamaño de tu autoestima, agrandará esa ventana que te permite focalizar lo que tanto anhelás.
Crecer en cada respiro, sentir en cada latido.
Y amar, por lo vivido y lo que llegue.
Las puertas de tu hogar, llamado cuerpo, se abren y tienen hermosos ventanales.
MARIANO SANTORO