Has recorrido una inmensa cantidad de caminos.
Y muchas veces, ante los muros que las circunstancias te puso delante, supiste abrir puertas para salir.
Y la salida, siempre supiste que tenía un sólo destino.
Toda la inversión que has hecho en tu persona, en todo tu ser, ha sabido tener sus logros.
Y te cruzaste con carteles que creías que iban dirigidos hacia vos, pero tu verdadera dirección, siempre estuvo en tu corazón.
Y sí, perdiste algo de tiempo, pero jamás te sentiste perdida.
Encontraste mucho más que oportunidades.
Aprendiste y potenciaste la experiencia en tus relaciones y emociones.
Los sentimientos, estaban bien focalizados.
Y te entregaste a transitar la vida.
Viajaste por todos los lugares reales y mentales.
Te animaste a fantasear en algo, como una especie de proyecto personal.
Y el amor propio, es lo más personal e intransferible.
Pero bien sabés y lo sentís en tu alma, que es mejor cuando se comparte.
Y un día te despertaste con más ganas que las habituales.
Tu cuerpo quería y necesitaba más.
Despejaste dudas y pequeños obstáculos y fuiste directo hacia el amor.
Amar desde el amor.
Y que se fusione con lo que somos y que nos haga mejores humanos.
MARIANO SANTORO