Ambos nos cansamos de recorrer lugares donde poder poner nuestro corazón.
Demasiadas vueltas sin encontrar un destino.
Dejamos semillas en cuerpos que considerábamos fértiles y no hubo ninguna clase de crecimiento.
Amar no duele, pero cansa dar todo de sí, para enfrentarnos a muchos no.
Tenemos nuestras debilidades pero no hay fragilidad en los deseos de algo nuevo y productivo.
En un mundo repleto de preguntas, queremos ser respuesta.
Afirmación de sentimientos.
Animarnos a construir como arquitectos de la pasión.
Entregarnos en plenitud y elevarnos hasta acariciar el alma.
Intensidad con calidad.
Besarnos con la mirada y tocarnos hasta perder el control.
Sabiendo que la otra persona está ahí, para protegernos.
Conocernos con las ganas de un primer día de clases, aprendiendo y amando cada instante.
Saber, con la misión de crecer juntos.
Bucear por los mares del ser y volar por los cielos que se abren para nosotros.
Quiero probar y comprobar cuánto puedo dar.
Quiero sentir, todo lo que tienes para mí.
Estás tan cerca, que casi siento tus alas de libertad.
Es simple, si tan sólo nos dejamos llevar.
MARIANO SANTORO
