En una radio moderna, con un dejo de tristeza y el color azul en su nombre, se atreve a elegir tu tema favorito, como la canción del día.
Y lo obvio sería decir que se trata de casualidad, pero no, hay algo escondido en modo mensaje.
Como la música que suelo poner mientras escribo y ella, sí, ella está en mi cabeza.
Fechas que traen nostalgia.
Amores que se desvanecieron y en lo personal, se eternizaron.
La primera cita elegida, nos iba a llevar al cine.
Saliendo del cafecito histórico y rutinario.
Pero el calor corporal, se hizo fiebre y mi cuerpo no podía moverse.
Y en su rol de enfermera emocional, se ofreció a cuidarme.
La compañía era tan saludable, que me brindó la suya, su salud.
La sanación, se debe haber referido a la de un corazón ansioso y solitario.
La pasión nos encontró y le dimos la bienvenida a algo sin nombre.
No se puede etiquetar lo que uno siente.
Lo vivimos y disfrutamos.
Y la luna de Avellaneda no sólo era el rojo del fútbol; su padre, tuvo un rol importante.
Ella es la madre de la nena que no pude tener.
La distancia física ya no duele, porque se transformó en recuerdo.
Y me ayuda a viajar en el tiempo y jugar con ese 6 de trébol.
La mejor melodía que voy a oír siempre, es la campanita del amor.
💜
#MarianoSantoro 羊