Desde la inmensa profundidad nocturna, se pueden visualizar aquellos anhelos que han quedado dando vueltas.
Girando en las diferentes etapas vividas.
Pero en cada una de ellas, le cambia el sentido.
Nosotros no somos la misma persona.
Crecimos y creímos; dejamos de tener miedo y no perdemos la esperanza.
Ganamos fe y voluntad; como también las ganas de algo que realmente merecemos.
Se siente en el centro del pecho.
Y el cerebro comienza a construir cada partecita de esos deseos y trata de armar el juego.
Si lo tomamos con calma, la paciencia hace mejor su trabajo.
Hemos empapado las sábanas de tristeza y no hay pañales para los sentimientos.
Y aunque confiamos en los demás, aprendimos a confiar en nosotros.
La autoestima ya ha logrado su propia personalidad.
El amor, es tan natural como lo que nos rodea.
El ruido ambiente, es la melodía perfecta que quita la ansiedad.
Me vestiré con viejas emociones, ya que la sinceridad, siempre suma.
El reloj del corazón me avisa que estás cerca.
La luna ilumina el camino.
Las estrellas forman tu nombre y te dan la bienvenida.
Lo que hace una noche especial, es compartirla con vos.
💜
#MarianoSantoro 羊