martes, 12 de abril de 2011

Cuando la desesperación llega a nosotros

Hay noticias que nos descolocan.
Siempre hay algo que sucede cuando estamos retomando el camino.
Como si el lado negativo de las cosas toma poder y control sobre nosotros al vernos felices.
Cuando no sabemos muy bien qué hacer ante los problemas cotidianos que nos afectan hasta el alma.
Cuando nos sentimos absolutamente desnudos ya que sentimos que la piel es lo único que nos cubre y cada vez, se hace más débil.
La desnudez simboliza vacío emocional.
Cuando estamos así, sin cubrirnos, estamos desprotegidos de muchas cosas.
Nos agarramos de lo que tenemos a mano y nos enroscamos, nos ponemos como en posición fetal creyendo que así, estaremos mejor.
La debilidad está ganando la batalla.
Pero no podemos permitir que nos invada y sea reina de nuestro ser.
Esa jaula que creamos al enfrentarnos a malas experiencias, la vamos fortaleciendo de a poco.
Pero la llenamos de rencor, de bronca, incluso con odio.
Cuando creemos que vamos mejorando, es una ficción que nosotros mismos escribimos.
Con cargas negativas, no se fortalece nadie.
Obvio que la llave de esa jaula está en nuestro poder, pero eso es confuso, ya que ese poder es falso.
Nadie se fortalece de esa manera sino que se hace más duro.
Cuando llegamos casi al quiebre emocional, las salidas que se nos presentan son mala consejera y en ese camino de confusión nos embarcamos.
Mentiras propias.
La mente no logra visualizar nada positivo.
Y ahí, es donde debemos pedir ayuda.
Reconocer que solos no podemos salir del pozo es un buen comienzo.
No dejemos que la ansiedad nos enceguezca.
Creamos en la gente. Confiemos.
De a poco vas a ver que todo lo que creías perdido, va tomando forma y recuperarás tu destino.
MARIANO SANTORO