lunes, 1 de agosto de 2011

La próxima puerta

Y un día llegamos al lugar en que estamos parados.
Miramos todo lo que hicimos y lo que dejamos de hacer.
Nos hemos mostrado al natural, hasta en carne viva.
Tuvimos miedos y los enfrentamos.
Tuvimos anhelos y luchamos por conseguirlos.
Nos expusimos; demostramos que no tenemos cosas por ocultar; dimos lo mejor de nosotros.
Estuvimos cuando alguien nos necesitó y les hacemos saber a esas personas que siempre estaremos y podrán confiar en nosotros.
Muchas oportunidades se nos presentaron y a muchas de ellas las alejamos sin darle una pequeña oportunidad.
Pasamos por situaciones desagradables y por lugares que no queremos volver.
Incluso por estados anímicos que nos destrozaron.
Pero esto fue solo un ensayo; un largo ensayo a modo de aprendizaje.
Sí, todos reconocemos que fue un aprendizaje muy duro y que nos descolocó varias veces y que levantarnos, fue una tarea más difícil aún.
Pero hay más.
Y todo lo que venga, puedo ser maravilloso.
Por delante tenemos muchas puertas.
Ya sabemos adónde queremos ir; eso lo aprendimos muy bien y sabemos hasta donde permitir y en qué reglas podemos ser flexibles.
Cada nueva puerta nos llevará a diferentes lugares; en ninguno se repetirán historias.
Todo será nuevo, porque en nuestro corazón lo deseamos y cuando algo se desea desde el alma, desde lo más profundo de nuestro ser; es positivo.
Junto a la mente positiva, ya empezamos a caminar por el bienestar.
Esas puertas se abrirán si estamos preparados a entrar en cada una.
Somos absolutamente libres de permanecer todo el tiempo que queramos.
Somos los únicos con la capacidad de poner freno o permitir lo que nos suceda.
No hay nada malo en mostrarse tal cual, incluso llegar a emocionarse; eso demuestra que somos humanos y que la sensibilidad y valores, aún son parte de nuestra piel.
Tenemos un gran camino con opciones varias, solo debemos saber elegir con el corazón
MARIANO SANTORO