miércoles, 29 de febrero de 2012

Te invito a ser feliz

Hola, quiero hacerte una invitación muy especial:
Te invito a ser feliz!
Sí, aunque te parezca extraño y quizás algo inalcanzable; pero se puede.
Es probable que te hayan pasado muchos acontecimientos en toda tu vida para que descreas; pero te vuelvo a decir que se puede ser feliz.
Cada día tenemos chances de hacer algo bueno por nosotros y por los demás.
No existe cantidad cuando se hace el bien; no hay límites.
Siempre se puede dar mucho más y se puede ser feliz con poco.
Los extremos de poco o mucho no corren cuando se trata del bienestar personal.
Si somos poco o muy felices, simplemente somos.
Todo puede crecer, todo puede aumentar, todo puede ser.
Toda tarea que hagamos, todo pasatiempo, toda actividad, puede traernos momentos de felicidad.
Imaginate que se ponga una fecha, como a modo de una fiesta; de una reunión muy especial.
Cada uno, tiene que llegar preparado a ser feliz.
La predisposición de sentirnos bien; de mirarnos y gustarnos; de ver que podemos estar mejor.
De vestirnos, producirnos, arreglarnos y salir a ganarnos el mundo.
Una fiesta para encontrar a tus pares, a todas las personas que conocés y a las nuevas que quieran sumarse y todas, con las inmensas ganas de ser felices.
Imaginate un gran salón, enorme y lleno de todo lo que te gusta.
Adornado con paz, con paciencia, con sinceridad y honestidad; con amor y cariño.
Un lugar donde los recuerdos nacen y te inundan de tranquilidad.
Donde tus ojos brillarán de emoción por todo lo que estás viviendo.
Donde todos los bocetos que planificaste alguna vez; los ves realizados.
Donde aquellos sueños ya escondidos en algún cofre del pasado; se posan delante de tus ojos y te dicen: Acá estoy!
Donde el amor que tu alma quería tener, el que el corazón tenía tanta ansiedad por conocer; se te paran delante.
Un lugar tan especial como lo que te imagines.
Un cielo eterno con estrellas que te guiarán toda tu vida.
Un espacio donde puedas ser vos mismo, sin disfraces, sin personalidades, ya que lo único que importa es tu felicidad.
Ese lugar donde el qué dirán no existe.
Y que las palabras que aún no fueron escritas en ningún diccionario, ya que el amor no tiene palabras, sino sentimientos; sean las que marquen tu destino.
Ya estás invitado y cuento con tu presencia.
Te aseguro que vamos a ser muchos!
La música, serán los latidos de nuestro corazón al sentirnos felices!
MARIANO SANTORO

domingo, 26 de febrero de 2012

Colores de la imaginación

Los colores nos alegran la vista cotidiana.
En cada color tenemos muchos mensajes.
Y a la vez, algunos nos limitan a ser nosotros mismos pero de una manera más relajada.
Hay quienes piensan que todo es blanco o negro.
Limitaciones que no permiten crecer.
No se puede o no se debe ser extremista ya que siempre hay momentos en los que podemos cambiar esos pensamientos.
No cerrarnos a lo que esté por venir; a lo que la vida nos quiera mostrar.
Si nos ponemos a recordar algunos instantes de lo que vivimos, es muy probable que diferenciemos a cada uno con un color diferente.
Cada estado anímico tiene su color.
El amor, puede tener su propio color cuando combinamos el nuestro al de la persona en cuestión.
Vivir con colores luego de haber pasado por períodos muy oscuros.
Todo lo negro suele pertenecer a lo que nos dañó; al momento más terrible.
Y lo blanco es lo más puro, es nuestra alma hecha color casi transparente, ya que al mostrarnos tal cual somos, nos vemos así.
Desnudos de sinceridad.
Mezclando el rojo pasión con el blanco angelical nace el más hermoso rosa.
El secreto está en fundirnos en el otro.
En permitirnos ser más de lo que somos.
De creer que aún hay mucho más y mejor para nuestras vidas.
La vida es más bella si le ponemos colores.
Pintemos cada día con nuevos colores.
Que de nuestra mente salga lo mejor de nosotros.
Que no existan límites en nuestra imaginación.
Seamos pintores de nuestra vida.
Tenemos a mano millones de motivos para ser felices y le podemos poner el color que más nos guste.
MARIANO SANTORO

viernes, 24 de febrero de 2012

Momento para escuchar

La vida nos da momentos para todas las ocasiones y éste, es mi momento para escuchar.
Todos los días, la vida nos da señales y mensajes y no siempre estamos preparados o no nos damos cuenta de lo que nos quieren decir.
Para transmitir hay que recibir.
Para progresar hay que soñar.
Para hablar hay que escuchar.
Siempre he sido un buen oyente y me perfeccioné con los años.
Escuchar toda clase de noticias y de información.
Un infinito cofre de sabiduría que mezclan anécdotas y experiencias y todas juntas sirven para ayudar.
Ayudar con bondad.
Comprender con delicadeza.
Estar y dar favores.
Ganar con humildad.
Inteligencia para jugar.
Luchar para no mentir.
No existe un arte para escuchar, solo es necesario brindar nuestro tiempo para que sepan que pueden contar con nosotros.
Oír cada palabra ya que en cada una que nos dicen cuando la confianza es la unión de las personas reunidas en ese momento, hay amor.
Entender y descubrir la manera de ayudar.
Todos necesitamos una guía, un camino y nuevas puertas para abrir.
Todos necesitamos saber interpretar y querer de manera incondicional.
Y cuando el destino nos cierra una puerta, es para que bajemos la velocidad y recuperemos la paciencia.
Relajarnos, soñar y tranquilizarnos.
Prestar atención a lo que nos quiere decir la naturaleza.
Aprenderlo para tenerlo presente cuando sea requerido.
Mensajes divinos que están escondidos en pequeños momentos de nuestra vida.
Y que al unirlos como un rompecabezas de lo que tenemos por delante, descubrimos el gran secreto del vivir una hermosa vida.
La vida me obliga a escuchar y parte de mi rebeldía sabe que es muy importante para aprender nuevas palabras.
Nuevos mensajes que serán analizados y perfeccionados para seguir haciendo correr la rueda del destino.
En cada palabra dicha con amor hay silencios cómplices.
En cada frase hay una inmensa cantidad de mimos al alma.
Es mi momento para escuchar y estoy feliz por las palabras que Dios tiene para decirme.
MARIANO SANTORO

martes, 14 de febrero de 2012

En el nombre del amor

Fechas que marcan un viaje a los recuerdos; esos en los que las ilusiones viajaron a un mundo de amor eterno.
Compromisos hechos desde el corazón; sueños despiertos que quedaron adormecidos por el destino.
Y hay rastros de tristeza porque extraño.
Y extrañaré momentos y abrazos.
Muchas cosas hice y haré en el nombre del amor.
Diré nombres pero solo mi corazón sabe como llamarte.
Por dónde pasa la exigencia si la soledad es presencia?
Recorro lugares y paisajes y te sigo encontrando en mi corazón.
Fuiste color y pasión.
Fuiste puertas y caminos.
Y si alguna vez pensás en mí, estaré.
Y si alguna vez dejás caer una lágrima, te daré fuerzas a la distancia.
Esa distancia que separa cuerpos pero une almas.
Una tarde, un momento del día en que apareciste y una huella comenzaba a formarse en mi ser.
Eran pisadas suaves, como todos los momentos que vivieron en mi mente.
Inventé caminos para los 2 y vos abriste algunas puertas.
Volamos estando acostados.
Fuimos, somos y seremos recuerdos.
Como las mamushkas, un recuerdo dentro del otro y todos forman la palabra amor.
Muchas cosas suceden en el mundo para no querer aislarme y viajar en el nombre del amor.
Sé que ese lugar existe, porque lo conocí.
Dios me lo ha mostrado y me dio la llave.
No lo he visitado desde hace tiempo, pero sé que quiero vivir en ese lugar.
Un cielo de estrellas invisibles que forman tu nombre y me lo recuerdan.
Las nubes que se cruzan por mi mente no logran confundirme.
Sé lo que quiero y se llama amor.
Y quiero alejarme del tiempo que no me deja llegar.
No existe el tiempo cuando se habla con el corazón.
No existen separaciones cuando los momentos son fragmentos de felicidad.
Porqué limitar sensaciones si mi alma se expresa con emociones?
Tengo paz, armonía, tranquilidad, recuerdos, inteligencia, corazón, imágenes, amor.
Tengo paciencia, esperanza, romance, leyes, alma.
Y aunque tenga muchas cosas y me sienta orgulloso; tengo fe que aún hay más para mí.
Cambia mi energía al saber que el amor todo lo puede.
Cambia mi estado de tan solo saber que existe el amor eterno.
Alguna vez hubo lágrimas y dolor, pero hoy ya ni siquiera son parte del pasado.
No se reciclan momentos amargos, se viven los nuevos.
Y habrá muchas rosas de papel, fotos y cartas.
Y no es cuestión del azar, saber que me tocan a mí.
Porque siento la paz que vive en mí cuando estás en mí.
En el nombre del amor, te adoro!
MARIANO SANTORO

sábado, 11 de febrero de 2012

Con los pies en el agua

Somos parte del planeta Tierra y estamos llenos de agua, que a la vez, es energía.
Estar con los pies en el agua es renovarnos; es sentir la verdadera paz y relajación que necesitamos.
Estamos llenos de emociones y muchas veces podemos desbordarnos en lágrimas y eso también es agua.
Un ida y vuelta; un reciclaje saludable de energía.
Sentir todo el placer de la naturaleza; sentir el frío, sentir la pasión.
Mirar a todo nuestro alrededor y sentirnos felices por poder vivir cada día.
Sentir que estamos vivos y queremos vivir una vida hermosa.
Sentir que aún tenemos mucho por caminar y mucho por nadar.
Nadar en aguas tranquilas, en aguas casi transparentes para poder reflejarnos y poder ver todo lo que tenemos delante.
Nadar contra la corriente para poder crear cosas nuevas.
No dejarnos llevar por nada ni por nadie.
Simplemente permitirnos fluir y creer que aún hay mucho más.
Creer y ver, teniendo fe y paz, teniendo amor para dar.
Querer para poder tener; pedir para concretar; hacer para no estar inmóviles.
Tener, porque la abundancia de amor, trae más amor.
Desnudar el alma para llenarnos de amor.
Mojar nuestros pies y sentirnos libres.
Sentir la inmensidad del lugar donde vivimos; donde tenemos todo el hermoso cielo a modo de techo.
Caminar entre las piedritas del agua, del mar y vernos gigantes; que nada nos impida seguir; que nadie nos diga qué camino seguir; que seamos dueños y amos de nuestro destino.
Vivir cada día teniendo la certeza que los demás días serán mejores y traerán millones de satisfacciones.
Con los pies en el agua, nos damos cuenta que estamos vivos.
MARIANO SANTORO

lunes, 6 de febrero de 2012

Camino difícil, mayor recompensa

A muchos nos ha tocado transitar por caminos difíciles.
Pero también, nos llegan por algún motivo.
No existe el azar cuando uno quiere progresar.
Todo viene desde la fe y los deseos puros que salen del corazón.
Hemos caminado por arena y varias veces nos hundimos y otras, luego de haber caminado por horas, nos dimos cuenta del cansancio.
Hemos caminado, porque hemos vivido.
Y en cada ruta dimos lo mejor de nosotros.
Hoy, cuando queremos proponernos nuevas metas, ya que la superación personal es una misión; notamos que la felicidad se puede hacer real y visible.
Ver a personas que salen de su encierro; que dejan atrás cargas para seguir camino.
Y nadie sabe qué vamos a encontrar, pero algo hay y con la ayuda de Dios, llegaremos a destino.
Porque destino es igual a Dios.
Llegar a él.
Y si hoy vemos piedras, no son tan complicadas de pasar ya que Dios jamás hará algo que no podamos superar.
Tengamos cuidado, caminemos despacio, la meta seguirá ahí, en nuestro horizonte.
No adelantemos pasos, ni corramos, ya que podemos tropezar.
Cuidemos la integridad, física y la emocional.
Cuidemos nuestra mente y nuestra salud.
Cuidemos nuestro corazón y nuestra vista para diferenciar qué es bueno para nuestra vida y seguir por ese lado.
Puede haber días de sol o de lluvia; puede haber rocas que pueden resultar papeles abollados.
La realidad se vive y se practica.
Siempre hay un amanecer diferente y siempre hay caminos distintos; pero la meta es solo una.
Si realmente uno quiere ir, todo se logrará y parecerá un milagro.
Todos hacemos milagros aunque varíen los niveles.
No es cuestión de ni siquiera perder tiempo; todo es ganancia cuando se experimenta y se vive en carne propia.
Podemos aconsejar y recibir palabras de estímulo.
Podemos sentir cosas muy profundas por alguien y podemos estar profundamente agradecidos.
Podemos tener y guardar secretos y podemos compartir nuestro secreto para ser felices.
Quiero creer que puedo querer.
Quiero crecer para poder seguir creyendo.
Quiero llenarme de paz, para tranquilizar mi mente.
Caminemos el camino que queramos y si notamos que se complica, pidamos ayuda.
Siempre tendremos la mejor recompensa y más, si sabemos que al llegar, estaremos eternamente felices y llenos de amor.
MARIANO SANTORO

viernes, 3 de febrero de 2012

Un baño de paz

Tan solo mirarte y me inundo de paz.
Ese refresco natural que nos llena de energía.
Ese baño emocional que renueva esperanzas.
Limpiarnos de todo lo negativo y sacar las impurezas que se pegaron a nuestro cuerpo.
Baño de sal, baño de agua y paz.
Baño de vida.
Mirarte es sentir la inmensidad de la vida y tenerle respeto.
El sentido del querer.
De admirar y sentir.
El sentido de amar y recibir a cambio las sorpresas del destino.
El misterio de saber que siempre hay algo más.
Que siempre hay espacios por conocer.
Y todo, tan solo si nos relajamos.
Dejarnos caer y flotar.
Ya que el piso solo sirve para caminar el camino elegido.
Flotemos y volemos.
Nademos en dulzura.
Nademos en palabras llenas de alegría.
Nademos y mojemos nuestra esencia.
Lavar y renovar nuestro aspecto e imagen.
Fiebre de Febrero.
Calor de enamorados.
Ducha de tranquilidad.
Baño de paz.
Dulces sueños donde nos llenamos de mar puro.
De colores que nos engrandecen y nos hacen sentir pequeños ante tanta hermosura.
Paisajes internos que aún nos falta recorrer.
Pasadillos secretos que descubrirá ese amor que está esperando a ser encontrado.
Laberintos de sentimientos que en cada rincón hay algo nuevo y positivo.
Sorprendernos con algo común que nos parece extraño.
Extrañar la sensación de liberación.
Mojar la sequedad de pasados tormentosos.
Soltar la soltería de la soledad.
Armar nuevas melodías.
Buscar armonías.
Crear ritmos nuevos.
Velocidades pacíficas que nos trasladen adonde queremos ir.
Viajes de placer y de autoconocimiento.
Sentimiento antiguo en versión actualizada.
Materializar sueños y metas.
Concretar, complacer, compartir.
Cómplices de un baño de amor.
Unirnos y ser uno.
Unidad multiplicada.
Sumar afectos y proyectos.
Baño de amor y de vida.
Vivir con Inteligencia y Paz.
Ser V.I.P.
Servir.
Ser para seguir siendo nosotros.
Llenémonos de paz y bañemos nuestra mente y alma con extrema pureza.
Esa pureza que solo los sabios corazones entienden.
MARIANO SANTORO