En el alfabeto de la vida, hay muchas cosas que podemos desear:
Amistad, Bondad, Cariño y mucho más.
A medida que vamos creciendo, vamos dejando de lado lo que nos ata a un pasado o a una determinada edad y lo hacemos porque ya no nos deja algo en nuestra vida; creemos que cambiando y adquiriendo nuevas cosas, seremos felices; al igual que un niño con un chiche nuevo.
Pero no necesitamos juguetes, sino, experimentar emociones y sensaciones distintas; esas que nos provocan a querer más y más.
Eso que nos hace hacernos adictos a la presencia de otra persona.
El extrañar porque cuando no está a nuestro lado, nos sentimos perdidos; sentimos que nos falta algo.
No se trata de algo material y es ese otro ser que al estar delante, nos llenamos, nos inundamos de alegría y nuestro cuerpo expresa los mejores deseos y sentimientos que no se pueden expresar.
Es lo que nos hace sentir orgullosos y contentos de estar con alguien, de sentir que podemos ser parte de su vida sin sacarle espacio y a la vez, llenar nuestro espacio, llenar de amor nuestro corazón, nuestra alma y todo nuestro ser.
Es en donde la mente nos trae todos los recuerdos bellos que pasamos junto a esa persona.
Todo se tiñe de colores fascinantes; todo se transforma y sentimos que no hay maldad, que no hay algo que nos pueda dañar, porque a cada segundo que pensamos en esa persona que nos complementa, nos llenamos de amor, nos llenamos de la más dulce ternura y es ahí, en donde volvemos a agradecer a Dios por poder vivir y poder sentir algo así por alguien, ya que cuando expresamos lo que nuestra esencia quiere decir, recibimos placer.
Son muchas las cosas que una pareja puede vivir y no importa el tiempo que hayan estado o sigan estando juntos.
Cada momento es único, cada instante es el que el destino quiso y quiere que vivan.
El amor se siente de diferentes maneras y nos sentiremos de la mejor manera que se podría, ya que todo es sentimiento puro.
Podríamos estar mirando a nuestro alrededor y empezaríamos a notar todo lo que nos falta, desde lo más pequeño a eso que todavía se hace desear.
Cosas, objetos, materiales que nos llenan la vista, pero el corazón, seguiría con su vacío.
Lo mejor de uno mismo, se llena con todo lo que no es posible tocar.
Por eso, quizás, sintamos que hay algo que nunca nos llega, que es inalcanzable, porque solamente lo percibimos cuando ya está en nosotros.
El amor se siente; el verdadero amor es algo que no se toca, pero si nos toca el alma, comenzamos a derretirnos y le damos paso a las sensaciones.
Una persona llega a nosotros y en algún momento, si es que es la voluntad de Dios, comienza a ser mucho más que una persona, es la que nos brinda lo que nos alegra, la que nos motiva a hacer el doble de lo que veníamos haciendo.
Nos hace admirar y mirar la vida con los ojos del amor.
No sientas soledad, no sientas que te falta algo material ya que eso no te hará feliz.
La felicidad se consigue de otra forma.
Siendo uno mismo, siendo buena persona.
Se logra amando incondicionalmente y cuando llega la tan soñada conexión, nos descolocamos de emoción sabiendo que siempre buscamos eso y no sabíamos dónde buscar.
Lo que necesitamos está muy cerca.
Lo verdaderamente hermoso de la vida, está demasiado cerca; por eso es necesario abrir los ojos del alma y mirar y dejarnos sorprender.
Hoy miro hacia atrás y puedo ver una gran vida vivida.
Sé que quise con todo mi ser y sé que tengo mucho por delante.
Sé muy bien que hay algo que me falta.
Y tú, eres la respuesta a todas mis preguntas!
MARIANO SANTORO
Amistad, Bondad, Cariño y mucho más.
A medida que vamos creciendo, vamos dejando de lado lo que nos ata a un pasado o a una determinada edad y lo hacemos porque ya no nos deja algo en nuestra vida; creemos que cambiando y adquiriendo nuevas cosas, seremos felices; al igual que un niño con un chiche nuevo.
Pero no necesitamos juguetes, sino, experimentar emociones y sensaciones distintas; esas que nos provocan a querer más y más.
Eso que nos hace hacernos adictos a la presencia de otra persona.
El extrañar porque cuando no está a nuestro lado, nos sentimos perdidos; sentimos que nos falta algo.
No se trata de algo material y es ese otro ser que al estar delante, nos llenamos, nos inundamos de alegría y nuestro cuerpo expresa los mejores deseos y sentimientos que no se pueden expresar.
Es lo que nos hace sentir orgullosos y contentos de estar con alguien, de sentir que podemos ser parte de su vida sin sacarle espacio y a la vez, llenar nuestro espacio, llenar de amor nuestro corazón, nuestra alma y todo nuestro ser.
Es en donde la mente nos trae todos los recuerdos bellos que pasamos junto a esa persona.
Todo se tiñe de colores fascinantes; todo se transforma y sentimos que no hay maldad, que no hay algo que nos pueda dañar, porque a cada segundo que pensamos en esa persona que nos complementa, nos llenamos de amor, nos llenamos de la más dulce ternura y es ahí, en donde volvemos a agradecer a Dios por poder vivir y poder sentir algo así por alguien, ya que cuando expresamos lo que nuestra esencia quiere decir, recibimos placer.
Son muchas las cosas que una pareja puede vivir y no importa el tiempo que hayan estado o sigan estando juntos.
Cada momento es único, cada instante es el que el destino quiso y quiere que vivan.
El amor se siente de diferentes maneras y nos sentiremos de la mejor manera que se podría, ya que todo es sentimiento puro.
Podríamos estar mirando a nuestro alrededor y empezaríamos a notar todo lo que nos falta, desde lo más pequeño a eso que todavía se hace desear.
Cosas, objetos, materiales que nos llenan la vista, pero el corazón, seguiría con su vacío.
Lo mejor de uno mismo, se llena con todo lo que no es posible tocar.
Por eso, quizás, sintamos que hay algo que nunca nos llega, que es inalcanzable, porque solamente lo percibimos cuando ya está en nosotros.
El amor se siente; el verdadero amor es algo que no se toca, pero si nos toca el alma, comenzamos a derretirnos y le damos paso a las sensaciones.
Una persona llega a nosotros y en algún momento, si es que es la voluntad de Dios, comienza a ser mucho más que una persona, es la que nos brinda lo que nos alegra, la que nos motiva a hacer el doble de lo que veníamos haciendo.
Nos hace admirar y mirar la vida con los ojos del amor.
No sientas soledad, no sientas que te falta algo material ya que eso no te hará feliz.
La felicidad se consigue de otra forma.
Siendo uno mismo, siendo buena persona.
Se logra amando incondicionalmente y cuando llega la tan soñada conexión, nos descolocamos de emoción sabiendo que siempre buscamos eso y no sabíamos dónde buscar.
Lo que necesitamos está muy cerca.
Lo verdaderamente hermoso de la vida, está demasiado cerca; por eso es necesario abrir los ojos del alma y mirar y dejarnos sorprender.
Hoy miro hacia atrás y puedo ver una gran vida vivida.
Sé que quise con todo mi ser y sé que tengo mucho por delante.
Sé muy bien que hay algo que me falta.
Y tú, eres la respuesta a todas mis preguntas!
MARIANO SANTORO